9 dic 2005
Rusia pierde el Volga
Rusia ya no es lo que era. Acabo de escucharlo en Euronews, en 2006 dejarán de fabricarse los automóviles Volga, a no ser que nadie lo remedie. Llegaron a fabricarse Volga especiales para el KGB. El histórico Volga que conduce con orgullo Vladimir Putin dejará de fabricarse el año que viene. Lo ha anunciado este jueves la compañía que lo comercializa desde hace medio siglo, tras admitir que no es rentable. En la Wikipedia lo cuentan con esmero.Conocido como el "Mercedes soviético", el Volga salió a la venta en 1956. Dos años más tarde ganó el premio al mejor vehículo del mundo en la feria de Bruselas. Su declive comenzó tras la caída del bloque comunista. En 1994 el estado ruso privatizó la fábrica de Gorki para relanzar sus ventas, aunque el Volga nunca consiguió arrancar de nuevo.
El día en que los blogs se leerán más que los periódicos ya está aquí
Pasa en Italia, según cuenta el profesor Enrique Dans, uno de los países con menor penetración del movimiento blog. Un blog de contenido político anda compitiendo ya en audiencia con La Stampa. Genial, pero es que las cifras de algunos blogs albergados en Periodista Digital ya se acercan a medios tradicionales, peligrosamente para ellos. Sé que algunos políticos muy conocidos, alcaldes y alcaldesas por ejemplo, andan preparando sus blogs (en el PSOE llevan delantera, aunque van lentitos), que espero no terminen escribiendo los asesores, como siempre. NO SE PIERDAN ESTE BLOG ITALIANO. Bestial: http://www.beppegrillo.it/english.php Sobre todo el mapa del poder en Italia. Acojonante.
Beppe Grillo’s Blog is an open space for you to use so that we can come face to face directly. As your comment is published immediately, there’s no time for filters to check it out. Thus the Blog’s usefulness depends on your cooperation and it makes you the only ones responsible for the content and the resulting outcomes.Enrique Dans se pregunta:
¿Qué ocurre cuando, en una sociedad convencional, la panorámica de los medios emergentes frente a los medios clásicos se invierte de tal manera? ¿En qué se convierte la condescendencia habitual de los diarios con base papel hacia los blogs cuando éstos se sitúan en la posibilidad de obtener mayores ingresos de publicidad que aquellos? El formato más "vivo" de los blogs, unido en estos momentos a la pujanza del formato, puede resultar desequilibrante si hablamos de situaciones de dimensión comparable. Y el hecho de que esté ocurriendo no en Finlandia o Suecia, sino en la vecina Italia, llama todavía más la atención. ¿Qué consecuencias podría tener algo así en el panorama mediático de un país? Me parece una reflexión francamente interesante.
Lolita, la digna hija de su madre, ya es Lola por derecho propio
Es digna hija de su madre. Lola Flores no ha muerto porque su hija Lola (lo de Lolita ya no, aunque así aparece en los créditos) la revive todas las noches en el Teatro Alcázar de Madrid, como una de las estrellas innegables de "Ana en el trópico", obra del cubano Nilo Cruz, tan de moda estos días, en la que Lola desliza mensajes muy nítidos de su ser y saber estar. Es como si te fumaras un puro (los actores se lo pasan pipa con el habano) excelente cada noche.
La obra, cuya resolución visual es sorprendente, se basa en la figura del lector, Nilo Cruz cuenta la historia de una familia cubana que trabaja en Florida (Tampa), en el negocio de los puros habanos, en una fábrica llena de nostalgias de la isla caribeña. En aquella época (1929) existía la figura del lector, que leía y entretenía a los cigarreros que trabajaban. Uno de ellos lee a los obreros Ana Karenina, de Tolstoi. Las reacciones en cadena no se hacen esperar, amores imposibles, envidias, celos y miserias se mezclan dejando al público ensimismado en un silencio acaso cómplice.
La obra, cuya resolución visual es sorprendente, se basa en la figura del lector, Nilo Cruz cuenta la historia de una familia cubana que trabaja en Florida (Tampa), en el negocio de los puros habanos, en una fábrica llena de nostalgias de la isla caribeña. En aquella época (1929) existía la figura del lector, que leía y entretenía a los cigarreros que trabajaban. Uno de ellos lee a los obreros Ana Karenina, de Tolstoi. Las reacciones en cadena no se hacen esperar, amores imposibles, envidias, celos y miserias se mezclan dejando al público ensimismado en un silencio acaso cómplice.
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