12 mar 2008

Eurofighter, poderío aéreo europeo

Veinticinco aviones de combate Eurofighter de España, Alemania, Italia y Reino Unido han volado hoy por primera vez juntos en un ejercicio de defensa de espacios aéreos, que ha constituido una demostración del poderío aéreo europeo. La Base Aérea de Morón (Sevilla) y los cielos de Albacete se han convertido en el escenario de las maniobras denominadas "Typhoon Meet", en las que se han realizado simulacros de combates aéreos con la participación de unas cincuenta aeronaves de todo tipo y unos 1.500 militares. El protagonista del ejercicio multinacional ha sido el Eurofighter o también denominado EF-2000 "Typhoon" (C-16), el avión de combate europeo en cuyo diseño y construcción participan España, Francia, Alemania y Reino Unido. El programa Eurofighter se ha convertido en uno de los principales motores del sector aeroespacial en España y ha generado 22.000 puestos de trabajo. El coste del programa Eurofighter es de 10.795,4 millones de euros, de los que 1.598,7 millones corresponden a la fase de Definición y Desarrollo, y los restantes 9.196,7 millones, a la producción. Servirán para sustituir de forma gradual a los actuales Mirage y F-18 y son capaces de en un minuto y 40 segundos subir casi en vertical hasta 40.000 metros de altura
Mientras, la otra cara de la moneda es que la Federación de Metal, Construcción y Afines (MCA) de la UGT en Andalucía ha rechazado hoy el anuncio de la dirección del grupo aeronáutico de EADS-CASA de contratar a 51 trabajadores para la factoría de San Pablo (Sevilla) mediante Empresas de Trabajo Temporal (ETT). El sindicato -reunido hoy con las secciones sindicales de las cuatro factorías que tiene el grupo entre Cádiz y Sevilla- ha calificado de "inaceptable" que una empresa de estas características opte por esta modalidad de crear empleo teniendo en cuenta que EADS-CASA goza de buena salud industrial. En un comunicado, MCA-UGT ha mostrado su temor a que este modelo de contratación se importe y extienda al resto de factorías andaluzas y a la industria auxiliar del sector aeronáutico, máxime cuando no está limitada en el tiempo ni se argumenta una situación de excepcionalidad.

El Campeonato del Mundo de Motociclismo de Jerez, ya es más de Andalucía

La Consejería de Turismo, Comercio y Deporte apoyará con una inversión de 5.140.000 euros la celebración del Gran Premio de España, segunda prueba puntuable para el Campeonato del Mundo de Motociclismo que se desarrollará en Jerez de la Frontera entre los próximos 28 y 30 de marzo, según informó el consejero en funciones, Sergio Moreno.
En una rueda de prensa junto con la alcaldesa de la localidad, Pilar Sánchez, el consejero explicó que el Gobierno autonómico colaborará con el Ayuntamiento con un patrocinio por valor de cinco millones de euros, "con el objetivo de contribuir un año más al éxito del evento y de aprovechar su proyección nacional e internacional para promocionar Andalucía como destino turístico y sede de grandes acontecimientos deportivos". Esta colaboración supondrá la colocación de vallas y banderolas con la marca turística Andalucía en el interior y los accesos del recinto, así como en los puntos relevantes con vistas a la transmisión televisiva, como los dos puentes del circuito o la torre denominada Tío Pepe. Además, la Consejería destinará 140.000 euros a la puesta en marcha de una campaña de comunicación especial tanto en los exteriores del recinto como en TVE, donde se insertarán anuncios de Andalucía durante la transmisión en directo de los entrenamientos y las carreras, el logotipo turístico de la comunidad estará presente en el 'photo-call' de la cadena y habrá un sorteo de viajes a la región entre los telespectadores. En opinión de Moreno, el apoyo de la Junta al Gran Premio "constituye una magnífica plataforma promocional, ya que supone un acontecimiento de primera dimensión mundial", que será seguido por más de 300 millones de personas en todo el mundo a través de 110 canales de televisión. (Más)

Familias en apuros


Me lo ha dicho esta mañana el obispo de Jerez, Juan de Río, una de las mentes -y de los corazones- mejor amueblados de la Iglesia española (y no exagero, ya verán un día), la crisis se ceba en muchas familias que no tienen ni para pagar el recibo de la electricidad. No comprendo el fariseismo de aquellos que niegan la evidencia, cuando le come por los pies. De todas formas, el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Jerez tiene una persona con la suficiente capacidad para determinar si es cierto que tenemos o no más familias en apuros en Jerez: José Manuel Jiménez. Yo, como muchos españoles, deseo que ZP y Rajoy se pongan de acuerdo en los grandes temas y tiren al únisono de la misma cuerda. La economía es uno de ellos, pero la doméstica, que hace aguas.

Slow food, tómatelo -y come- con tranquilidad

La defensa de los valores de la vida lenta (el slowfood) llega a Jerez de la Frontera a través de Slow Food Xerez (Asociación Jerezana por la Vida Lenta), una asociación sin ánimo de lucro que está enmarcada en el movimiento internacional del mismo nombre y que pretende defender en la ciudad una nueva forma de convivir, de alimentarse, de producir los alimentos e incluso de disfrutar de la cultura y del entorno. Slow Food Xerez surge en la ciudad de Jerez, pero su intención es que su ámbito de influencia y sus actividades trasciendan a toda la comunidad autónoma. Además, esta asociación nace impulsada por unos socios fundadores provenientes de toda la provincia de Cádiz entre los que destacan productores, restauradores y consumidores. En definitiva, se trata de personas físicas, y no instituciones u organizaciones, que comparten el deseo común de dar una respuesta a la invasión de la comida rápida (fast food) y al frenesí de la vida rápida (fast life). Esta Asociación Jerezana por la Vida Lenta dará mañana su primer paso con la presentación en sociedad de esta iniciativa que ya es bien conocida en el ámbito internacional, un acto que se celebrará en el primer hotel ecológico de la ciudad, el Hotel Chancillería, y durante el que también tendrá lugar la firma del acta fundacional por parte de sus socios. En el marco de este encuentro también se designará la junta directiva de Slow Food Xerez.
Slow Food supone dar la debida importancia al placer vinculado al alimento, aprendiendo a disfrutar de la diversidad de las recetas y de los sabores, a reconocer la variedad de los lugares de producción, a respetar el ritmo de las estaciones. Supone conjugar el placer y la reivindicación del derecho al disfrute por parte de todos con un nuevo sentido de responsabilidad: una actitud que Slow Food ha llamado eco-gastronomía, capaz de unir el respeto y el estudio de la cultura enogastronómica con el apoyo a cuantos en el mundo se ocupan de defender la biodiversidad agroalimentaria. Para ello, los que se unan a esta asociación se comprometen a salvaguardar los alimentos, las materias primas, las técnicas de cultivo y de transformación heredadas por los usos locales consolidados en el tiempo –sobre todo las que tengan un carácter ecológico–. También propiciarán encuentros, actividades e incluso iniciativas de carácter privado que casen con esta filosofía y con los objetivos que persigue Slow Food. Eso sin olvidar que también servirán de fuente de información al consumidor interesado. Poner en contacto a productores locales y consumidores Slow Food tiene entre sus objetivos la "relocalización de la economía", de manera que la mirada del consumidor se gire de nuevo hacia el productor de su zona. Para ello, organiza convivencias, ferias, mercados y muestras de amplitud local e internacional, a fin de exponer productos de excelencia gastronómica y ofrecer a los consumidores responsables la oportunidad de contactar con los productores. También apoya circuitos de distribución alternativos como los mercados de productores, proyectos agrícolas con el apoyo de la comunidad o asociaciones de compradores, que contribuyen a disminuir la distancia entre productores y coproductores.
Historia
Slow Food es una asociación ecogastronómica sin ánimo de lucro financiada por sus miembros y que fue fundada en Italia en 1989 para contrarrestar la fast food y la fast life, impedir la desaparición de las tradiciones gastronómicas locales y combatir la falta de interés general por la nutrición, por los orígenes, los sabores y las consecuencias de nuestras opciones alimentarias.
Hoy, con más de 80.000 miembros en todo el mundo –en países como Italia, Reino Unido, Irlanda, Austria, Alemania o EE UU–, fomenta una nueva lógica de producción de alimentos, desarrollando programas de educación alimentaria y actuando a favor de la biodiversidad.