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| Así hemos de estar siempre, dispuestos a emprender el vuelo cuando nos agobian... |
Pasear por Cádiz, un sábado por la mañana, es un lujo al alcance de los gaditanos (y no me refiero a los de la capital). Una ciudad hecha para andar, para cazar al vuelo trozos de conversaciones, olores, colores, paisajes, calles interminables. Toda una experiencia a la que añadí hoy sentarme, tomándome una empanada de atún, en el Campo del Sur, mirando al mar, el perfil de la ciudad a mi izquierda y una gaviota vacilando (de vacilona) en los bloques. Y mucha gente disfrutando de su privilegio, el de vivir en Cádiz. Atrás dejé a los compañeros/as de los medios, a los políticos, arqueólogos e invitados del acto del yacimiento fenicio (si van se quedarán con la boca abierta). Me gusta mi capital, sus gentes, la vida allí parece que pasa más lenta, casi que hay tiempo para todo. Os dejo un regalo musical, para pensar, disfrutar o amar, o escuchar simplemente. Buenas noches y buena suerte.
