Antonia Castro no ha dejado de ir ni un solo día al cementerio de Jerez, donde reposan los restos de su hijo Juan, asesinado por desconocidos que ella y su ex esposo Paco identifican con los acusados en primera instancia en el caso. “Nunca me gustó el calificativo de Padre Coraje y yo no quiero que ahora me llamen Madre Coraje, de ninguna de las maneras, soy Antonia Castro, una madre que lucha porque condenen a los asesinos de su hijo”. Antonia, de 59 años de edad, ha pasado los últimos once vestida de negro, de luto riguroso por la muerte de Juan. Sus tres hijos le apoyan “pero no quiero que aparezcan para nada en los medios, porque ésta es mi lucha, y voy a ganar”. Se queja de que la prensa de Jerez “ya solo admite declaraciones mías en cartas al director”. Esta información fue publicada este pasado fin de semana por EL MUNDO DE ANDALUCÍA.
Antonia Castro ha dado órdenes a su abogado, José Miguel Ayllón, de Madrid, de que siga adelante con la batalla judicial “primero al Constitucional y luego al Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo, porque en los dos tenemos depositadas muchas esperanzas, y es que es increíble que nadie pague por la muerte de Juan. Hay muchas dudas, muchas cuestiones sin resolver aún. ¿Dinero? La gente dice que cobramos mucho dinero por la película pero yo no he visto nada, porque cuando llegaron a un acuerdo con Paco yo estaba en la UCI del Hospital de Jerez. Yo no tengo dinero ni quiero nada por la muerte de mi hijo, solo deseo justicia”.
Juan Holgado, empleado de una gasolinera de Campsa en Jerez de la Frontera (hoy absolutamente reformada y con diversas medidas de seguridad), fue asesinado en la madrugada del 22 de noviembre de 1995 cuando varias personas, “tras acceder al interior de la tienda del establecimiento sin violencia y por medio no aclarado”, le asestaron una treintena de cuchilladas, y robaron el contenido de la caja registradora -420 euros-, además de bebidas y tabaco. Murió desangrado aunque su madre sospecha que si los servicios de emergencia hubieran funcionado mejor y algunos testigos no se hubieran marchado del lugar –ella culpa a un conocido cantaor de Jerez- “quizás Juan se habría podido salvar”. En el caso de Juan Holgado, una investigación pésima en los primeros momentos fue la clave del desastre que luego se precipitó sobre la familia.
Padre Coraje es la historia real de un asesinato, un caso sin resolver llevado al cine y a la televisión en una miniserie, y también a una novela. La película tuvo a Juan Diego en el papel de Francisco Holgado y fue dirigida por Benito Zambrano. Pero “Padre Coraje” es también una popular telenovela de época, una historia de aventuras interpretada por el actor Facundo Arana, que ha batido récords de audiencia en el Canal 13 de Argentina. El “Padre Coraje” español fue el progenitor de la víctima, Francisco Holgado (el matrimonio se ha separado), pero ahora ‘el coraje’ pasa a la madre, que viene siendo protagonista en los últimos días de entrevistas en radio, prensa y televisión, la última en Antena 3, este pasado viernes, en ¿Dónde estás corazón?
Su conductor, Jaime Cantizano, natural de Jerez de la Frontera, hizo la entrevista con un nudo en la garganta. Entre otras cosas porque es de los que conocieron bien esta historia, hasta que un domingo el suplemento Crónica, de El Mundo, hizo internacional la noticia de que un padre, obsesionado por encontrar a los asesinos de su hijo y consternado por la ineficacia policial en la investigación, se disfrazó como “Pepe el gitano”, sumergiéndose en los bajos fondos de Jerez, con delincuentes que aún se jactan ante cualquiera de que nadie ha cogido a los desalmados que propinaron treinta puñaladas a Juan Holgado en aquella noche fatídica. “Mis ojos ya están secos de lágrimas, pero yo misma me asombro, de verdad, de la fuerza que tengo para seguir luchando todavía”, dice su madre.
Veteranos policías de la Comisaría de Jerez admiten que hay en ella “más casos sin resolver, asesinatos de mujeres, por ejemplo”, fracasos que atribuyen a una edad avanzada de la plantilla, la secular falta de recursos y, sobre todo, la fatalidad de casos como el de Juan Holgado, donde “se juntó el hambre con las ganas de comer” porque hasta los líquidos de las pruebas, al parecer, estaban caducados. Es un tema del que nadie quiere hablar en la Comisaría jerezana. El vídeo que a veces ofrece la televisión municipal de aquella mañana de fatalidad no deja lugar a dudas por las numerosas personas que pisaron el escenario del crimen. “Desde luego no fuimos el CSI, más bien los hombres de Paco”, ironizan algunos agentes.
VUELTA A EMPEZAR
Esto ha vuelto a empezar”, dice Antonia Castro, desolada por la reciente sentencia del Tribunal Supremo, que ha confirmado la absolución de los cuatro acusados del crimen de su querido hijo, acordada por la Audiencia de Cádiz tras la repetición del juicio. El Supremo rechazó que el tribunal estuviera predispuesto a la absolución, tal y como alegó la familia, y también que haya pruebas de cargo contra los acusados. “A la tercera va la vencida, vamos a conseguir que se condene a los culpables, ya lo verán”, dice la madre de la víctima.
Antonia explica que su presencia en el programa de A3, retribuida generosamente (como la de todos los invitados en prime time), la destinará a Solidaridad Jerezana (Soje), una organización dedicada a combatir en el hambre en esta localidad gaditana. “El resto de las cosas que hago las pago con un crédito que he pedido, yo no soy la que ha ganado dinero con esto”, dice Antonia a todo el que le quiere escuchar.