15 jul 2006

Me queda la palabra


Los Hijos de Némesis
por JC

No es fácil salir adelante cuando los miedos atenazan tu corazón y el acoso te llega al alma. Pasa cada vez que alguien ve peligrar su efímero imperio y arremete sin piedad contra los nobles de espíritu. La amargura que, en ocasiones, han destilado algunos comentarios en este blog (gracias Luis Rull), tiene su origen en una de las mayores cabronadas que se puedan imaginar. Y los protagonistas tienen nombre, apellidos, cargos y familia. Exactamente como yo. ¿Cómo actuarían si vieran amenazada su familia en caso de guerra? A veces tengo ese sueño. Y no lo dudo, tomo un AK-47 (mi favorito) y lo uso. Pero en la vida real le tengo pavor a las armas. Si las tienes, las usas. Y si no las usas, te las meten por el culo el primer cabrón que te las arrebata. Las armas son un gran negocio de los gobiernos de medio mundo (el que nos jode). Y la palabra es la mejor de las armas. El lenguaje lo soporta todo.
Me queda la palabra, me queda este blog, y si un día desapareciera bajo mi nombre, buscad en Google porque otros vendrán que escribirán por mí. No es posible silenciar la verdad, acallarla. La verdad es como el corcho, tarde o temprano emerge con fuerza a la superficie. Ya ven que la semana pasada no me equivoqué, hubo movida en los tribunales, grandes historias barruntadas. ¿Y cuál es el pronóstico para la próxima? Que habrá más y que la decisión de la Audiencia Provincial sobre Hernán Díaz, el alcalde de El Puerto, se transformará en un terremoto político de grandes proporciones.
La guerra de los despachos (ya no es el caso de nadie en concreto) en el Ayuntamiento de Cádiz conocerá al menos dos episodios más según fuentes de la ejecutiva provincial del PSOE. La intención de Pérez Peralta es ir a los tribunales de justicia, iniciar una acción penal contra el coordinador del grupo municipal del PP, Jorge Moreno. Ayer, el portavoz socialista Rafael Román, se presentó en el despacho del secretario municipal del PP, Miguel Medina. Los socialistas ya han recibido la orden de abandonar uno de los dos despachos que ocupan y marcharse al del PP, muy reducido pero enormemente limpio (Medina es muy pulcro). Román, en tono amable, le ha pedido a Miguel Medina que se lleve el retrato de Aznar. Lo que ni socialistas ni populares han calibrado es que como comience la guerra de los asesores, las sorpresas pueden ser mayúsculas. ¿Cuántos hay en Diputación y a qué se dedican? Nadie ha pensando en los dos partidos que puede haber efectos colaterales.
Y lo que resulta patético es el clima político en Jerez de la Frontera. No sé qué hará esta semana Pilar Sánchez (las encuestas no le tratan mal), pero si sé que Pedro Pacheco juega a la contraprogramación. Con la suerte de que el Ayuntamiento está plagadito de espías, correveydiles y chupópteros (jerga de José María García, que vuelve), ávidos de informar a Don Peter de todo lo que se cuece. O sea, que nada se mueve sin que se entere el enorme.
Dejo para el final la guinda: ¿Concederá una alcaldesa una licencia sin antes haber solicitado el expediente completito a una conocida red de supermercados? ¿O lo ha hecho ya y no se ha leído el expedientito? A ver...esos sabuesos periodísticos locales, ánimo. Que la cosa es facilita, facilita, como las preguntas que algunos le hacen a Pacheco.
Por cierto, que la candidata Pelayo ya tiene book electoral y hay al menos dos lemas posibles que se rumorean: "No hay dos sin tres", "Peor imposible". Es broma, pero son gratis. ¿Va Bernardo Villar en la lista? Es que la duda me corroe ante tan excelso político local. No es que tenga nada contra él, pero le deseo suerte en la vida privada laboral, cuando le toque.
Bueno, amiguitos y amiguitas, esto es todo por hoy. Mañana es el día de la Virgen del Carmen y si Dios quiere el lunes puede ser un gran día. Hay acontecimientos mediáticos y políticos.

City Hall


Acabo de ver City Hall, la sombra de la corrupción. Al Pacino y el director Harold Becker unen su talento en "City Hall, la Sombra de la Corrupción", un inteligente thriller considerado como la primera película de la historia filmada en el bajo Manhattan, que pone en tela de juicio al gobierno de la ciudad. Al Pacino es el alcalde de Nueva York, John Pappas, un político carismático que se sirve de su brillante oratoria para gobernar la ciudad. Los exteriores de Nueva York proporcionan el imponente decorado en el que el idealista hombre de confianza, su delegado, del alcalde investiga un escándalo que podría amenazar al imperio de intereses donde reina el hombre al que sirve y venera. Bridget Fonda, Danny Aiello, Martin Landau, Toni Franciosa y David Paymeer co-protagonizan este absorbente relato sobre el poder... Y el poder oculto tras el poder.