Nueva conmoción en el sector pesquero: Un total de 6.000 empleos se perderán por la suspensión de la prórroga del acuerdo con Marruecos por parte de Bruselas, que dice ahora que estudia cómo compensar a la flota. Es una de las noticias de portada en toda España y un mazazo para el Gobierno en funciones, que ha confirmado hoy que todos los barcos españoles se retiran de las aguas gestionadas por Rabat.
Mientras, en su habitual tono, Marruecos advierte de que no permitirá ninguna actividad pesquera de la UE. Supone la ruina para un total de 40 barcos andaluces con puerto en Barbate, Conil y Algeciras, que faenaban en Marruecos. Mientras, llegan las declaraciones políticas voluntaristas, como las realizadas por la consejera, Clara Aguilera, que avisa de que el sector pesquero "no pagará los daños" del rechazo a la prórroga.
Suena bien, pero no dice nada, y menos aún que, tal como se dice, el inquieto eurodiputado de IU Willy Meyer haya votado contra la prórroga. Justo cuando su coalición exige medidas urgentes "de inmediato". Los andalucistas, PA, exigen a Gobierno y Junta "contundencia" en su defensa de los intereses del sector pesquero ante la UE. Y tanto, porque el asunto es la puntilla para una ciudad aquejada de tantos males. Lo que faltaba.
