Pelayo y Martínez, detrás Bruno García y Antonio Saldaña (¿relevos?). |
Las dos tienen otra responsabilidad en Las Cortes y un futuro asegurado. Una es senadora y la otra diputada. Son María José García Pelayo y Teófila Martínez, las alcaldesas de Jerez y Cádiz, ambas del PP. El rumor está en la calle, en forma de pregunta:¿facilitaría la gobernabilidad en minoría un PP sin ellas? Rumor interesado o no, no es descabellado, en modo alguno, dada la aritmética y lo que se deduce de las posiciones de los partidos emergentes. Hay muchos nervios, preocupación en el seno de todos los partidos, menos en los que van camino de la disolución o como diría algunos: resetearse.
Demasiados intereses cruzados antes del 13 de junio, fecha en la que a la segunda votación será elegido alcalde o alcaldesa quien haya encabezado la lista más votada. Habría que esperar un tiempo antes de poder presentar una moción de censura, posiblemente después de las elecciones generales que, según la inteligencia privada de Estados Unidos, la consultora Stratfor, se celebrarían en noviembre pero que dada la fragmentación tendrían que repetirse en 2016. Todo puede precipitarse o aclararse en función del mapa que salga de la constitución de ayuntamientos y autonomías. Y nada está claro en un juego que es más de egos que de tronos.
En Andalucía, si el 5 de julio no hay acuerdo de investidura, vamos directos a la repetición de las elecciones andaluzas, probablemente en septiembre. Pero hay demasiado en juego para que eso pueda llegar a ocurrir, por lo que atentos al tablero geopolítico. España está viviendo un proceso convulsivo de cambios en todos los órdenes cuyo desenlace inquieta en algunos sectores económicos. Esperemos de todos el sentido de Estado y la responsabilidad requerida en estos momentos, lo que demandan los ciudadanos: diálogo, consenso y cambios serios.
Demasiados intereses cruzados antes del 13 de junio, fecha en la que a la segunda votación será elegido alcalde o alcaldesa quien haya encabezado la lista más votada. Habría que esperar un tiempo antes de poder presentar una moción de censura, posiblemente después de las elecciones generales que, según la inteligencia privada de Estados Unidos, la consultora Stratfor, se celebrarían en noviembre pero que dada la fragmentación tendrían que repetirse en 2016. Todo puede precipitarse o aclararse en función del mapa que salga de la constitución de ayuntamientos y autonomías. Y nada está claro en un juego que es más de egos que de tronos.
En Andalucía, si el 5 de julio no hay acuerdo de investidura, vamos directos a la repetición de las elecciones andaluzas, probablemente en septiembre. Pero hay demasiado en juego para que eso pueda llegar a ocurrir, por lo que atentos al tablero geopolítico. España está viviendo un proceso convulsivo de cambios en todos los órdenes cuyo desenlace inquieta en algunos sectores económicos. Esperemos de todos el sentido de Estado y la responsabilidad requerida en estos momentos, lo que demandan los ciudadanos: diálogo, consenso y cambios serios.