No es por nada, pero el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se puede encontrar hoy, a la vuelta del puente de La Inmaculada, con la memoria histórica. La de aquellos que recordamos el caso de De Juana Chaos y vemos la que se avecina con la saharui Haidar, quien se sigue negando a ingerir alimentos y mantiene estrictamente su huelga de hambre. Su caso trae de cabeza a Marruecos y España y ya era hora, porque el asunto del Sáhara no puede eternizarse más. Dejamos a los saharauis abandonados a su suerte, hablamos de ellos, de su futuro, en un lenguaje impropio de un país decente. No es justo. En un comunicado leído ayer por su abogada, Inés Miranda, Haidar señaló que emprenderá todas las acciones legales posibles por la vía penal para evitar su ingreso hospitalario para ser examinada y valorar su estado de salud, tal y como pretende la Fiscalía. "Aminatou está en pleno uso de sus facultades mentales y no se puede actuar contra su voluntad. Por ello consideramos que cualquier acción que se efectúe contra su voluntad, libremente expresada por ella, se sitúa en el ámbito del Derecho Penal y está perfectamente tipificada en dicho Código Penal", advirtió la letrada.
En mi modesta opinión, de andaluz solidario con el pueblo saharaui, hemos de presionar para que el gesto de Aminatou no quede en el olvido, no pase a la historia, a los archivos digitalizados de las televisiones, al anecdotario de You Tube, que todo no termine con una carcajada en un palacio al otro lado del Estrecho, de alguien que se sale con la suya. No. Los hijos de la dirigente saharaui dijeron ayer: "Es doloroso para nosotros recibir la mala noticia de que nuestra querida madre ha decidido dejar de tomar sus medicamentos; es peligroso para ella. Ayuden a nuestra querida mamá. Eviten la tragedia, que va a repercutir negativamente sobre nuestra situación.¡Queremos que vuelva nuestra mamá!".
El actor Juan Diego Botto expresó ayer su convicción de que Haidar será "más útil para la causa saharaui con vida", pero "ella nos ha demostrado que su determinación es llegar hasta el final en su lucha, por la dignidad y por la justicia".
