16 may 2011

Las tribulaciones de El Correo de Andalucía

No sé, de verdad, qué será de El Correo de Andalucía pero sigo a través de todos los recursos a mi alcance las tribulaciones de los compañeros y compañeras que sobreviven mientras otros se ponen a salvo gracias a sus influencias políticas, obviamente. Leo en el blog Express Sevilla, la "olla de grillos de los medios sevillanos" que el decano de la prensa sevillana encaja ahora más que nunca en esa definición de “periódico” que daba en su popular diccionario de 1972 Cipriano Telera, el gracioso personaje creado por José Antonio Garmendia: «Papé impreso que sirve bien pa enterarse de los muertos der día, de las farmasias de guardia y der número der cupón, bien pa envolvé er bocadillo, bien pa el aseo personá bajero». Y lo que son las cosas, Garmendia, que dibujó chistes en El Correo de Javierre, publicó en sus páginas uno que resulta tristemente premonitorio de la situación actual de sus trabajadores que resignados piden, ay, que les den por lo menos lo que les dejan pedir…".

Un reto

Comienza una semana decisiva para millones de españoles y españolas. El próximo domingo conoceremos a esta hora los resultados electorales, aunque muchos gobiernos locales dependerán de pactos.  Solo un deseo, que otros intereses no perjudiquen el interés general. 

En Jerez se ha dado una especie de tormenta perfecta, un ruido interesado del que hablan a la vez PP y PSOE que ha impedido en ocasiones a ambos partidos poder centrarse en explicar con nitidez sus programas electorales (que figuran en sus respectivas webs). 

Y hay un formidable conjunto de intereses -como en las mejores peliculas de suspense- orientados a hacese con el botín. Estoy manejando tantos datos que me estremecen. El partido que se haga cargo en solitario o coalición de las riendas municipales tiene un reto de campeonato. 

Más complicado si cabe si no dispusiera de gobiernos 'amigos' en Cádiz, Sevilla o Madrid. Este 2011 será muy duro, todos los analistas lo dicen. No le arriendo las ganancias a los vencedores. Esto habrá que levantarlo entre todos y, la verdad, no veo muy solidarios a nuestro políticos. Dios nos coja confesados.