Hay muchas, en los próximos días iremos ofreciendo algunas de ellas. Jerez es una ciudad donde la mala leche es cosa común. Incluso hay quien no es de Jerez y se contagia de esta puta manía de los cotilleos baratos con mala baba. Hoy nos detenemos en el Ferrari de Juan Carlos. Lo primero que hice cuando un cabroncete me lo contó fue llamarlo y preguntarle. "Oye macho, a ver si me lo dejas, que dicen que tienes un Ferrari"... La respuesta, como pueden imaginar, fue negativa. Pues bien, desde entonces hay quien lo ha visto a toda velocidad por las calles de Jerez, por Sevilla, Madrid, la Costa del Sol y hasta dan pelos y señales del garaje donde lo guarda a salvo de miradas indiscretas. Hay quien asegura que es rojo (normal), que JC lleva todo a juego, polito, gafas, chinos, la pera oiga. Total, que no he parado hasta conseguir la foto de JC con el Ferrari. No es una broma, es para ver si para ya de una vez la mala leche, coño. Porque yo, el día que tenga un Ferrari -que llegará- no lo pienso esconder. Ni de coña. Yo no lo guardo. Gracias al Deivi der kanalillo y a Luis Arenas (primo de Javier), hacía tiempo no me reía tanto con los colegas y el potochó. Juan Carlos, picha, ya tienes el Ferrari. Con un par. De nada. Así es la vida.
