“Dado el escaso margen de tiempo que transcurre desde que se alerta del fenómeno hasta su llegada a las costas, es imprescindible que la población conozca las medidas de autoprotección necesarias para ponerse a salvo. Con ese objetivo se pondrá en marcha un Programa de Información Preventiva dirigido a los ciudadanos residentes en las zonas potencialmente afectadas por el riesgo de maremotos”. Más vale tarde que nunca, pero el Gobierno ha escuchado finalmente las voces que reclaman directrices claras ante eventos catastróficos que nadie, realmente, es capaz de predecir. España cuenta con unos 7.876 km de costa, altamente poblados, no es como en 1755, cuando el terremoto de Lisboa afectó, y mucho, al sur de la península.