Hoy no estoy muy bien que digamos. Lo sé porque siempre que me llega un bajón recurro a mi doble CD de baladas heavy de El Pirata. Acabo de hablar con mi amiga Rafaela: “Pepe, tú vuela alto, que las ratas no tienen alas y se quedarán abajo y no tengas miedo de nada”. Pero lo tengo, es normal. Espero que Dios le ajuste las cuentas a los malvados que solo tienen odio en su corazón, o temores infundados que le llevan a machacar a quien nunca le hubiera hecho daño. Me importa un carajo lo que piensen ahora. Su propia maldad les corroerá las entrañas hasta llevarlos a la tumba. Ratas.