14 jul 2007

Coplilla


He puesto kilómetros por medio, estoy muy lejos de mi ciudad, a la que regresé un día tal como prometí. Si no fuera por los cabroncetes y joputas de medio pelo que nos tienen que dar la brasa cuando menos lo esperamos, esto sería el paraíso. No sé si comprarme un repelente para esos idiotas o un veneno directo y sin rastro. Hoy no tengo el chichi pa fiestas, decía una amiga mía, fina ella. Os dejo este video, propio del verano, son dos luchadores, al Ricky nadie le ha regalado nada y a La Mary de Chambao, la vida le ha dado otra oportunidad. Me gusta esta coplilla veraniega.

Adiós Delphi, adiós

Ahí está, lo único que queda al final de la batalla es la familia, Raquel y Pilar con Antonio Pina, que el día 31 dejará de ser el presidente del comité de empresa de Delphi. Admito que a veces me dejo llevar por las personas en las noticias, en este caso por esta familia, unida ante todo. Me he metido en sus vidas, con su permiso, y les siento como de la familia. Verán, Delphi no ha mostrado su cara en este conflicto. El ejecutivo Gonzalo Herrera, director y nombrado máximo responsable de Delphi en Puerto Real, no ha abierto el pico en público. Ni eso hemos tenido los españoles con esta multinacional, ni un rostro, ni una voz, aunque los nombres y apellidos de los que se han salvado de un pleito complicado son conocidos por la plantilla. Antonio se ha hecho amigo de los periodistas, de la mayoría (y todos hemos opinado como Dios nos ha dado a entender), aunque alguno, como Fernando Santiago, les ha faltado al respeto, lo que determinó el cabreo de algunos. Tranqui, Fernando, nadie te hará nada nunca. No son terroristas, son trabajadores a los que se ha llevado como los nobles toros en San Fermín, camino de la Plaza, donde le esperaba el mejor aliado de los trabajadores. Es lo mejor que se me ocurre para definir lo que he visto y sentido. Mi cariño más sincero para toda la plantilla, el deseo de que pronto encuentren curro y que no dejen vivir a la Administración hasta que cumpla todas sus promesas. Y si pasa algo chungo, nada chicos, un correo electrónico, un SMS o un toque y ahí estaremos, con dos cojones y dos ovarios (y si alguien del lobby gay se cabrea que le den a discreción).

Bienvenida Mrs Marian


Así me sentí ayer en la visita de Mariann Fischer, la comisaria europea de Agricultura y Desarrollo Rural. Ahí estaban, los prohombres del jerez y de Jerez (¿no hay mujeres al mando en este sector?, preguntó la comisaria danesa), enseñándole a la comisaria sus poderes. La viña, El Majuelo, preciosa, estandarte de los Domecq hoy de esa multinacional que no recuerdo, porque no quiero. Luego paseíto por el alambique que produce el Lepanto, copita bajo la ola de calor africano, paseo con el trenecito, pijo bodeguero repeinado que le da la mano al periodista ávido de información (te follen chaval, comes en casa cabrón, que no estás en la lista). Escoltas y resto del séquito que se buscan la vida porque los organizadores de la visita privada, me cuentan, no tuvieron en cuenta el pequeño detalle de cumplimentar a los que colaboran para hacerlo todo posible. Sinceramente, eso, en mis tiempos de Madrid no pasaba nunca. Al final, dicen que la Junta corrió con los gastos. Estos jerezanitos reserva espiritual de occidente me tocan los cataplines cantidubi. Y encima esperarían que Mrs Fischer cambiara de actitud, aunque queden ocho meses para el parto de esta OCM del vino. Y la danesa, chula, se descojona de que los periodistas españoles exijan cascos con traducción simultánea. Pues no deliciosa abuelita, los lobitos hablan inglés, pero a nivel de usuario. Graciosa la abuela. Y un calor del diablo. Hasta luego Lucas.