Para eso se tiene un avión presidencial. El presidente de la República de Francia, Nicolás Sarkozy, no tiene miedo y defiende los intereses de los franceses (de paso los de los españoles) donde haga falta, y mientras Moratinos anda por ahí templando gaitas, el presidente francés se mete en faena en Chad. Cualquier cosa. Y hace escala en Torrejón, a donde va a recibir el avión nuestro presidente del Gobierno, Zeta.
Arriba. Todos al bus electoral que nos llevará, pasado el suspiro navideño, a las elecciones generales y autonómicas del 9 de marzo (Ana Rosa Quintana y yo lo dijimos primero) de 2008. El capi andaluz del PP, Arenas, se ha reunido con los de la plataforma que pide elecciones separadas (van a tener un éxito con Chaves de la repera...) y eso es lo que debería ser, pero Chaves y Zeta (el Pé se lo han cortao en esta campaña sus asesores mediáticos) se juegan demasiado en la contienda como para ir por libre. (La foto es de Amiguetti, que se montó en el bus)
as de prensa. Antes hablaba conmigo y él y otros y otras vendían la trola de lo que hablábamos o dejábamos de hablar. Ahora hablo con quien me sale del alma. Y Chiqui, sin su loro (no lo conté yo aunque lo sabía todo del affaire), algo triste en su descapotable negro, con sus tremendos calcetines de colores, el delfín que compartimos al cuello, me tiene un poco preocupado. Le veo desilusionado. No como a Jorge Moreno. Más feliz que un ocho porque todo le va saliendo DPM. Y de Teófila Martínez, poco que hablar, que luego le leen el blog y se enfada por lo que dicen que digo (si lo leyera otro gallo le cantaría). Ella sabrá. Teo se ríe por dentro porque sabe de los problemas que tiene el PSOE para encontrar ese número 1. La última filtración desde la Plaza de San Antonio, es que sería la gaditana (es de San Fernando), Magdalena Álvarez. Jó. No me extraña que se ría (Foto: Amiguetti)
Hay cambios, provocados o no por quien todos sabemos, en Onda Cádiz Televisión (lo de la radio se hace esperar, pero todo llegará), que suelta lastre (nunca mejor dicho) y probablemente haga nuevos fichajes periodísticos (mirad el contrato, chicos y chicas, por lo de la pasta y la cláusula de conciencia). El productor sevillano que la dirige y en el que un día cometí el error de confiar, incluso animando a su contratación (pura verdad), y que no lee este blog, Nicolás Sierra, sprepara todo con gran detalle ante la inminente entrada en el consejo de administración de la oposición política. ¿Se juegan algo a que después de dar el coñazo sobre supuestas irregularidades se callan a cambio de una pequeña cuota de pantalla? Si la oposición es coherente y no el cachondeo que es ahora mismo (les queda Teo para mucho tiempo) formularán aportaciones tendentes a garantizar la pluralidad informativa y la independencia de quienes trabajen en ese medio. Yo siempre creí que es posible aguantar el tipo y las formas sin agredir a nadie políticamente y menos bajo claras consignas. Claro, ése fue mi error. Seré iluso (estoy de cachondeo, claro).
Pelillos a la mar, que los negocios son los negocios y aquí manda el PSOE. Eso, a Santiago Herrero, presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA) no se le ha olvidado nunca. Mañana, el presidente de la Junta, Manuel Chaves, estará acompañado por Herrero en sendas convocatorias -una con el director general de Telefónica y la otra, más política, sobre el Pacto por la Vivienda. La bronca entre empresarios y Junta a raíz del asunto Delphi (la entrada de vascos y catalanes en el consorcio aeronáutico andaluz) parece haber pasado a un segundo plano, se impone la coherencia, o el miedo, vaya usted a saber, que esto de la política es mú raro. Cozaz.
Es lo suyo, ante la bronca que nos montan los vecinos a los que tanto admiramos y queremos, que vaya ZP para apoyar a los Reyes de España. Sería un puntazo. El presidente de la Alianza de Civilizaciones, de nuevo en la frontera de Europa con el Magreb, en tierra africana. Sería la segunda visita de ZP, tras la que, a principios de 2006, protagonizó en esos dos enclaves españoles en el norte de África y que hizo historia. Era la primera vez que un jefe del Ejecutivo viajaba a Ceuta y Melilla desde que en 1980 estuviera allí el primer presidente de la democracia española, Adolfo Suárez.