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El reelegido secretario general del PSOE-A, Pepe Griñán. |
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Francisco González Cabaña, secretario general del PSOE de Cádiz. |
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Un instante del congreso del PSOE en Almeria. |
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Carme Chacón saluda a Pepe Griñán. |
"Si no me quieren como secretario general, por qué van a querer estar en mi ejecutiva". La frase, pronunciada hoy en Almería por el reelegido secretario general del PSOE-A, Pepe Griñán, deja claro que pasa página, ignora a la vieja guardia (que ahora llaman 'sector crítico') e incorpora a quienes le han defendido hasta ahora, una guardia pretoriana en la que se integra como lancero real y número dos el onubense Mario Jiménez. Por su parte, Francisco Álvarez de la Chica, exconsejero de Educación, será el portavoz del grupo parlamentario, y Griñán reduce de 50 a 35 los miembros de la ejecutiva. El martes próximo serán nombrados, salvo imprevistos o marcha atrás del presidente, los nuevos delegados de la Junta en las ocho provincias y siete días después el resto de las estructuras periféricas. El 30% de los votos que han rechazado a Griñán constituyen ahora un fuerte movimiento crítico en provincias como Sevilla, Cádiz, Málaga, Córdoba y Jaén. El griñanismo ya es una realidad en Andalucía.