Ayer viernes asistí a un acto que, en los tiempos que corren, constituye una carga de profundidad a los enemigos de la 
Constitución, que son variados y van desde los que detentan medios de comunicación a quienes asesinan constitucionalistas o hacen saltar por los aires con sus decisiones políticas un Estado que no iba mal, precisamente, para los que más beneficiados saldrán ahora. Ayer me pasé por el 
Salón de Plenos de Cádiz para ver a cuarenta bebés, a sus madres, a sus padres y familiares embelesados por el acto en sí y porque la alcaldesa de la ciudad decidiera entregarles a todos y cada uno de ellos un ejemplar recopilatorio de la 
Constitución entre 1812 y 1978. Los 
teófilos de Cádiz, que conocen bien a doña 
Teófila, andan felices. Pero lo que yo me pregunto es si éste acto podría realizarse a diario en 
San Sebastián (¿qué opina usted, señor
 Elorza?) o 
Andoain, o en 
Castelldefels (¿Qué pasa Nenn

ng…?). Igual sí, pero con la erchancha y los mosos vigilando por si las moscas.
Pero lo que me ha parecido surrealista hoy es que 
el consejero de Presidencia de la Junta de Andalucía, Gaspar Zarrías, nuestro mandamás de la cosa mediática pública andaluza (dicho sea con ironía, elegancia y respeto), ande como promotor y mecenas de la llamada 
Casa de los Periodistas. Es un sarcasmo que una persona como 
Zarrías apadrine un lugar para periodistas que no tengan más remedio que refugiarse, huir de lugares donde la libertad de expresión es una entelequia y un peligro mortal para quien la ejerce. ¿Será un territorio franco, también un refugio para periodistas andaluces perseguidos por sus ideas y convicciones? Igual hace falta que construyamos otra en 
Gibraltar para refugiarnos de personajes totalitarios como los que sufrimos en 
Andalucía a diario. Por cierto que si echan un vistazo resulta que los promotores quieren crear 
Observatorio de la Libertad de Expresión en Iberoamérica. Coño, he pensado al momento, y ¿por qué no otro en
 España?. Sería un puntazo Fernando. Y una delegación en Andalucía como contrapeso al 
Consejo Audiovisual Andaluz (¿no va a decir nada de lo de El Mundo y Chaves?). Por cierto, la casa se va a construir en la Loma del Puerco, que no es lo mismo que la 
Loma del Porquero, que está en el centro de 
Cádiz.
Voluntariamente no he querido estar en el acto de la 
Asociación de la Prensa de Cádiz (aunque comparto el espíritu de la idea de la 
Casa de los Periodistas) por dos razones, primero porque era sábado y luego porque iba 
Zarrías y además porque estaba seguro de que estaría otro personaje que ni me representa ni me representará en su vida. El sabe que me refiero a él y que ya no le tengo miedo por muchas llamaditas que algunos hagan y correos electrónicos que me envíen, que terminaré grabando y reproduciendo en este blog . 
Señor Zarrías, la libertad de prensa está amenazada en muchos país, y también en la “realidad nacional” de Andalucía. Lo que espero y deseo es que al otro lado de la carretera no aparezcan las mismas tentaciones y si se impulsa otro sistema de información, sus cotas de libertad sean mayores. Albergo ciertas esperanzas de ello y deseo que no nos defrauden. 
De ilusiones se vive, pero no eternamente.
En el acto celebrado hoy en 
Chiclana, 
Gaspar Zarrías manifestó que "el mejor lugar para ubicar este proyecto es la provincia de 
Cádiz, ya que estamos hablando de un lugar en el que aquellas personas que su profesión es la libertad de prensa puedan encontrar un sitio cuando en sus lugares de origen les impidan desarrollar con normalidad esos derechos que para nosotros son consubstanciales con nuestra propia existencia". El consejero señaló que quiere que la casa se convierta en referencia para toda España, por lo que "vamos a apoyar toda aquello que sea necesario como lugar que sirva de reivindicación de la libertad de prensa, de expresión y de información". 
Sic.He preferido pasear por las calles de mi ciudad donde me dado de narices con 
Luis Pizarro y su esposa, Elena. El secretario de organización del 
PSOE-A, nada más y nada menos, en el imperio compartido entre 
Pacheco y Sánchez. No sé por qué pero creo que cada vez que me cruzo con 
Pizarro tengo la impresión de que tenemos una charla pendiente desde hace años. Ahora, 
con lo de Chaves y sus acciones judiciales contra periodistas de EL MUNDO, compañeros mios, y tras lo de Zarrías, la verdad es que me encantaría participar con ellos en 
Canal Sur en una buena tertulia, con el mismo grado de libertad que, se supone, buscarán en España esos periodistas refugiados que dentro de pocos meses tendrán techo bajo las estrellas de Chiclana. No sé si a
 Mariló Montero le dejarían llevar a periodistas no bendecidos.