La presidenta de la Junta y su vicepresidente, en una comparecencia el pasado 17. Foto JA |
(Lean escuchando Olvidé respirar, de India Martínez y David Bisbal)
En Andalucía la socialista Susana Díaz, la presidenta de la Junta, se tomará con su marido la baja maternal sin recortes, sabedora de que su ejemplo es importante, que lo es el respeto a la conciliación entre familia y trabajo. Con lo complicado y delicado que es un embarazo, Díaz lo ha llevado adelante magistralmente, y con salud, junto a una de las crisis políticas más duras que se puedan pensar, una especie de tormenta perfecta que ha resuelto coronando la ola que amenazaba con hacer zozobrar la nave socialista en Andalucía. Es una gran mujer.
Al mando del Gobierno andaluz quedará una persona de su absoluta confianza, porque se lo ha demostrado en todos esos meses: el gaditano Manuel Jiménez Barrios. Ha reforzado y justificado la necesidad de que el Gobierno andaluz tenga una vicepresidencia ejecutiva, fuerte y dialogante, que afronta todo lo que sea necesario y tiene la sensibilidad exigible en estos momentos convulsos de cambios y crisis. Otra aportación de la cantera gaditana socialista. Pero su trabajo no será fácil, en este caluroso verano sin vacaciones políticas.
En mi pueblo, por lo que se ve, la ex alcaldesa de Jerez, senadora por Cádiz, María José García Pelayo, ni se va de vacaciones (por culpa de Rajoy) ni tira la toalla en la confrontación municipal. Pelayo ya tiene muchos espolones como para quedarse quietecita. Debe ser duro perderlo todo de un golpe, menos el sueldo, claro, de senadora. Peor debe ser para el primer alcalde democrático de Jerez, Pedro Pacheco, hoy en una celda del centro penitenciario Puerto III. Le visita su familia y algún amigo de confianza. Muy poco se sabe de él, así es la vida.