El drama de la telefonista Paloma Gil y la necesaria reacción del presidente Pepe Loaiza

Es imposible escuchar el relato de Paloma Gil (50 años) y no sobrecogerse. Es necesaria la reacción del presidente de la Diputación y alcalde de San Fernando, Pepe Loaiza (PP). Debe reunirse con Fernando García, el controvertido presidente del consorcio de bomberos, analizar el caso y tomar la única decisión ética, responsable y social: readmitir a una mujer a la que han roto por la mitad. No digo más. Además, Paloma es isleña, como Loaiza, quien ofrece mañana jueves 11 de julio una rueda de prensa en Cádiz en la sede del PP a las diez y media de la mañana.

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Dice Esperanza Aguirre en su cuenta de Twitter que "uno sólo puede caer bien y contentar a todo el mundo si renuncia a sus principios". Y tiene toda la razón, hay que desconfiar abiertamente de quien va por la vida agradando falsamente, ocultando sus verdaderas intenciones, sentimientos e ideología. Y ya tengo en la lista a algunos/as ilustres representantes de esta ralea. Añade Esperanza que "sin rigor en la identificación de los corruptos y de los casos de corrupción acabarán por ser iguales los honrados y los que no lo son". El problema es identificarlos, y creerlos luego. Ignoro lo que va a pasar en el PP pero desconfío de los que quieren que le quitemos hierro a todo esto (lo de los sobres es una bagatela, lo importante es lo otro, la pasta en paraísos fiscales y los donantes) con la excusa de que si caen, caemos todos, que si tal, que si cual... No, ya estamos en el pozo, a causa de ellos y muchos, de otros colores, que nos han decepcionado tan profundamente que no sabemos cómo reaccionar ya. O quizás lo sabemos y aún no se ha dado la chispa adecuada.