22 dic 2005

El Grupo Risa tuvo que explicarle a Evo Morales que hablaba con un falso ZP como pasó con Fidel

Hombre, en su momento me hizo mucha gracia el bromazo que desde Miami le gastaron a Fidel Castro, pero al final de la entrevista desvelaron la broma y le dijeron que había caído, que no hablaba con el verdadero Hugo Chávez. Evo Morales, nuevo presidente de Bolivia, ha caído en la broma del Grupo Risa, que me recuerda mucho a las que gastaban Gomaespuma en su momento a más de una telefonista y funcionario ministerial. Lo que pasa en el curso de la entrevista es que se desvelan curiosas cuestiones que Elena de Regoyos (PD) resume perfectamente.

Curioso es ver como Felipe González apoyó a Evo Morales, nuevo presidente de Bolivia. Lo siento por el Grupo Risa pero a mí, independientemente de la escasa solvencia que más de uno otorga al primer presidente indígena sin darle tiempo a respirar, me parece de una crueldad innecesaria hacer lo que han hecho. Al menos, al final, se lo podrían haber comunicado a ver qué decía Evo Morales, pero le dejaron convencido de que hablaba con ZP. No me ha gustado la broma, en serio. Y a Bolivia, tampoco.

La confusión de Moraleda ¿es portavoz del PSOE ó del Gobierno?

Fernando Moraleda sale a escena. No tienen ustedes ni idea de lo que le gusta un micrófono, una entrevista y una cámara al actual secretario de Estado de Comunicación. Moraleda, hoy en Antena 3 Televisión, con Montserrat Domínguez, no ha estado ni gracioso, ni acertado ni sus comentarios que no contribuyen a engrasar la maquinaria de relaciones institucionales y políticas, es decir, a rebajar el nivel de crispación que todos elevan peligrosamente estos días. Ha insistido innecesariamente en que lo del "bobo solemne" es un insulto incalificable pero no considera insulto lo de "patriota de hojalata". Moraleda debería saber que su Gobierno representa a todos los españoles y que él no es el portavoz del PSOE sino del Gobierno de España. Esa confusión le llevará a la ruina política. Al tiempo.

Dicen que en Moncloa confían más en Moraleda que en Blanco para defender determinados asuntos. Pepiño (el partido) tiene demasiado poder y Moraleda, persona de absoluta confianza de ZP antes y ahora, tiene del campo abonado para lucirse, si no se pasa de listo. Los que le conocemos bien sabemos que es dado a las filtraciones y a confundir un buen periodista con un periodista idiota. Y también sabemos que su afán de protagonismo mediático, su voracidad junto a la tremenda capacidad de comunicación del aparato de Moncloa, pueden ser mortales de necesidad para quienes no comulguen con sus ideas. Antes, Moraleda miraba de frente, ahora -le he visto en A3TV- lo hace cada vez menos.