No, no hay que bajar la guardia, como en los Marines nunca dejemos en la cuneta o abandonados a su suerte a nuestra gente, a la de verdad. Hay que elevarse sobre la mediocridad y apartar a aquellos que van de matones por esta vida, hacerlo con determinación. Sin piedad. Vamos a seguir nuestro camino pero esta vez sin miedo, con fuerza. Que les den, y bien.