La alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, se ha dado hoy un baño de multitud en el Palacio de Congresos de su ciudad. Más de mil personas, la mayoría vecinos de 80 asociaciones de la provincia, le aplaudieron sinceramente y Teo se encontró en su salsa. Ni se miente ni se exagera cuando se dice que Teo forma parte del paisaje y, para desesperación de sus adversarios políticos (que diría Churchill), del paisanaje. El acto ha sido clausurado por el presidente del PP-A, Javier Arenas.
Hoy, en Cádiz, la pestiñada y los tangos ponen el sabor y el sonido al carnaval que se avecina. Hace tiempo que la alcaldesa se ríe con las letras que, siempre, le dedican agrupaciones amigas y no tan amigas en la fiesta grande de los gaditanos y gaditanas. El año pasado, se disfrazó de Tía Norica (más bien Teo Norica). Este año no ha desvelado, como es tradicional, su tipo.
En Cádiz, la gente sabe lo que tiene que hacer y decir, y reflexiona en cada período electoral según le conviene. La alcaldesa más votada de España ha dedicado hoy buena parte de su intervención a contestar al secretario general del PSOE-A, el gaditano alcalaíno Luis Pizarro, que ayer vino a Cádiz a cantar las alabanzas de los logros de su posible canditado a la alcaldía gaditana, Rafael Román.
Anda por Cádiz circulando el rumor de que Román no quiere ser inmolado y se resiste como gato panza arriba a enfrentarse a Teo, más conocida así que por Teófila Martínez. La dama de plata del sur es ahora para el Partido Popular como las Letras del Tesoro y el buen palo cortao, un valor sólido del que nadie se podría desprender. Los del PSOE lo hicieron con Carlos Díaz y perdieron la alcaldía. La lealtad en un partido es imprescindible. La lealtad a las ideas, a los valores y a los compañeros.