Bella canción para alguien a quien amas o amaste con locura. Esta semana he vuelto a Madrid, a encontrarme con viejos colegas de penurias y alegrías de esta profesión en la que los mediocres medran a la misma velocidad que lamen las suelas de los zapatones de sus jefes, o jefas. Volvería mil veces a Madrid y regresaría otras tantas a Jerez, a mi Cádiz. Porque solo sectarios como el periodista que habita en la casa aún rosa son catetos y no metroplitanos (la rima pa tí). Cai, la más bella canción que nunca ha compuesto Alejandro Sanz, interpretada por la Niña Pastori y el propio paisano, fue un tema que siempre dejé a medias cuando estaba en Madrid. Las lágrimas nunca me dejaron escucharla entera. Y no me voy a poner en plan cursi. Lo que pasa es que me deja sentado, pensando en lo efímero de todo, en como esa panda de joputas que te amargan la vida sin darse cuenta de ello, sigue dando por saco. Si Dios lo permite, o Alá, vaya usted a saber, porque por mis venas corre sangre de tantos siglos, esta mañana me pasearé por Cai, con todo el derecho del mundo, porque mi tierra no es de nadie. El otro día, una señora me dijo por la calle: "¿usted no estaba en Onda Cádiz?" Y le dije que sí, pero que eso ya es historia, que ahora mi camino ya es otro. Buenas noches. Te dejo otra canción de la Niña, de esas que hay escuchar despacito, con mucho cariño. Si la ciudad ficticia de Metrópolis tenía a Superman, y tú tienes problemas llama a "Super-Tirititran", que salvará a Cádiz de la tiranía del Profesor Bizcone. (Enlace)