Aquí, en Cádiz, Rafael & Román (diputado, concejal y uno de los aspirantes a candidato de su partido en Cádiz en las próximas municipales) trata de escaquearse de sus responsabilidades legales. El año pasado, en una rueda de prensa, se le calentó la lengua y se pasó tres pueblos acusando de corrupción a diestro y siniestro, a Rodríguez de Castro y Osuna -los dos delegados de la Zona Franca durante el gobierno del PP- acusaciones que ahora no puede probar. Ya no tiene a Teresa Agudo (lo contamos aquí antes que nadie) y su nuevo abogado pide que se retrase la demanda. Román anda diciendo que tiene compromisos en el Congreso (pues lo del juicio lo sabía con mucha antelación), ¿tendrá miedo escénico?. Pues bien, algo de eso cuenta Pepe Hidalgo en La Voz de Cádiz. La novedad de esta mañana es que habrá juicio, lo más que puede ocurrir es que quede visto para sentencia. Román es un candidato amortizado. Hoy suena otro nombre con fuerza por los mentideros de la desanimada política gaditana: Federico Linares. Lo digo para un chico de la press que dice que aquí se cuentan muchas mentiras (ja, ja, ja y ja). Manda huevos. Por cierto, que en el mismo medio, Inma Macias nos confirma la renovación del convenio con la Abogacía del Estado por parte de la Zona Franca dirigida por el socialista José de Mier, que tira de talonario sin problemas (legalmente claro) en la publicidad institucional. Tutti contenti, ¿tutti callados? Hombre no creo. Un escritor y una buena persona (ya saben lo importante que es conjugar ambas cosas), Enrique Montiel, será asesor municipal en la organización de los actos del 2012. Lo cuenta hoy Diario de Cádiz en sus páginas dedicadas a la capital. Me ha encantado el ministro de Economía, Pedro Solbes, llegando al Congreso con los Presupuestos Generales del Estado 2006 en CD (ya era hora, por lo que lo de los tomos era un coñazo). Y miles de ojos pendientes de la UCA, que hoy hace públicas las notas de la selectividad. Lo cuenta Cristina Bustos en Cádiz Información. En España llama mucho la atención la reacción furibunda de Marruecos tras las informaciones de El Mundo sobre sospechosos del 11-M jugando a las cartas más tranquilos que un ocho.