Hasta la Guardia Civil estaba contenta hoy con el resultado del Gran Premio. Los únicos que no lo estaban (ya verán como mañana hay críticas no esperadas) eran los que ya conocemos. Llevo desde la década de los ochenta acudiendo al circuito y ya era hora de que pasara lo que ha pasado este fin de semana. El año que viene sugiero usar los aparcamientos subterráneos para los moteros e invitarles a disfrutar del centro, con más atracciones y bares abiertos. La alcaldesa, se podrá o no estar de acuerdo con ella, ha asumido el riesgo de frenar la locura en la que se veía inmersa Jerez cada gran premio. Hay que conciliar el derecho de todos los ciudadanos a no sufrir riesgos innecesarios. Hoy ha sido el Día de Pilar, y Don Pedro parecía triste. Los pachequistas andaban cariacontecidos buscando acreditaciones VIP para bajar al paddock. Y otros, familiares de una persona con problemas, miraban furiosos a gente honesta. Son nuevos tiempos. ¿Han visto El Ilusionista?