José Antonio Barroso (IU), uno de los alcaldes más veteranos de la democracia española, entusiasta de Fidel Castro, incombustible, lenguaraz e imprevisible, tiene un enfado de mil demonios con la iniciativa de Lourdes Ramos Varela, que ha denunciado su caso ante el Congreso de los Diputados, en especial a Gaspar Llamazares (que mañana está en Puerto Real). Supuestas irregularidades urbanísticas en un proceso de expropiación junto al Teatro Principal. Barroso está encontrando una fuerte crítica en los foros de internet, impulsados desde el entorno socialista. No obstante, su protagonismo positivo en el conflicto de Delphi le vendrá muy bien en las próximas eleciones locales.
