Aquí estamos, en Málaga, en el II Encuentro Sociedad del Conocimiento y Democracia, Encode 2007, que organiza la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa, cuyo titular, Francisco Vallejo, no pierde ocasión de apuntar alto. Desde bien tempranito una idea, la exclusión de la mayoría, de los pobres es algo que nos debe preocupar y ocupar. Sin dilaciones. Bob Geldof, el rockero irlandés que un día, viendo el telediario, optó por tomar partido y luchar contra la pobreza el mundo, no ha sido la estrella, aunque su intervención ha dejado extasiada a la audiencia. El ex subdirector gerente del Fondo Monetario Internacional, Eduardo Aninat, ha apostado hoy por el desafío de "romper" con la existencia de dos mundos que "subsisten, se observan y navegan tocándose, pero sin darse la mano": el de casi medio mundo que no dispone de más de uno o dos dólares al día y el de la opulencia". Pero lo más sorprendente ha sido la calidad humana de un economista peruano, Hernando de Soto (os recomiendo indagar sobre él) al que admiraba hace tiempo. Más de treinta jefes de estado, de una u otra forma, cuentan con él y sus ideas. No reniega de la economía de mercado y advierte que hemos de tener en cuenta a Hugo Chávez, no quedarnos en el desencuentro Real y reflexionar sobre la rebelión de los pobres. Hernando de Soto abandera actualmente la idea de 'rescatar' a las personas de la pobreza mediante la conversión del "capital muerto" contenido en los bienes que poseen en "capital vivo" formalizando sus derechos de propiedad. La idea es demostrar "cómo la protección legal de sus bienes puede dar una oportunidad económica única a las personas más pobres".
(Más sobre De Soto, en EL ECONOMISTA)
(En la foto, con Hernando de Soto, tras su intervención ayer)
(Más fotos de ENCODE 2007 en el blog de Javier Amiguetti)