El director de EL MUNDO de Andalucía, Francisco Rosell, y el redactor jefe Javier Caraballo, han sido absueltos de todos los cargos en el proceso del presidente de la Junta de Andalucía Manuel Chaves. Los dos periodistas estaban acusados de un presunto delito de injurias, junto al detective Joaquín Corpas y al ex presidente de Caja San Fernando Juan Manuel López Benjumea, por la publicación en el diario EL MUNDO de una noticia sobre el espionaje a los presidentes de las cajas de ahorros sevillanas supuestamente ordenado por Manuel Chaves, el secretario de Organización del PSOE andaluz, Luis Pizarro; el ex presidente de la Diputación de Sevilla Miguel Angel Pino y el jefe de escoltas de Chaves, Juan Escámez. Rosell y Caraballo estaban imputados por publicar que estas cuatro personas estaban detrás de los seguimientos al ex presidente de Caja San Fernando, justo en medio de la que se llamó guerra de las cajas, cuando Benjumea estaba enfrentado a la Junta de Andalucía y al aparato del PSOE ante el proyecto del Gobierno andaluz de crear una caja única andaluza con sede en Málaga. La sentencia del Juzgado de lo Penal 3 absuelve a los dos periodistas de EL MUNDO procesados porque "no es exigible en la noticia una absoluta certeza o acomodación a la verdad, sino sólo una actuación diligente", que estos informadores cumplieron, y porque se trataba de "hechos de relevancia pública y sin ningún juicio de valor". El fallo considera además que la información publicada por EL MUNDO es "de interés para la comunidad", a la vez que "se confirma la veracidad de la misma".
En el escrito de la acusación conjunta que ejercieron Chaves y Luis Pizarro, secretario de Organización del PSOE de Andalucía, ambos acusaban abiertamente al ex presidente de la Caja San Fernando de "concebir, organizar y poner en ejecución", con la colaboración de EL MUNDO de Andalucía, un plan tendente a influir en las elecciones para elegir a la cúpula de la Caja.
Una acusación que queda completamente anulada después de demostrarse, tal y como recoge la sentencia, que la actuación periodística fue "correcta" al contrastar la información con todas las fuentes posibles, y demostrarse que las pruebas -tanto las conversaciones con Benjumea como con Corpas- tuvieron lugar. Por tanto, el delito de injurias no se cumple porque la información se declara veraz. Para Rosell la sentencia supone "el triunfo de la información, no sólo para EL MUNDO, sino para todo el periodismo". Tras conocer el fallo el director de EL MUNDO de Andalucía mostraba su alegría después de "seis años muy duros sufriendo en soledad". Rosell no ha querido dejar pasar la importancia que supone, no sólo para él y su compañero sino para todos los periodistas, que no se haya vulnerado el derecho a la información. "La querella de Chaves no era una denuncia para defender su honor sino un aviso para el periodismo", ha afirmado el director. Por su parte, Chaves y Pizarro han anunciado que recurrirán la setencia por la "profunda discrepancia" con el fallo, que persigue la "reposición del daño político y personal" causado por la "pública difusión de la grave y falsa imputación de haber ordenado el 'espionaje' de terceras personas" y no puede considerarse un "ataque a la libertad de expresión".
También absuelve al detective Joaquín Corpas y a Juan Manuel López Benjumea, entonces presidente de Caja San Fernando, del que considera acreditado que no era candidato a la reelección, como sostenía la acusación, y que "comenzó a sospechar que era objeto de seguimientos", luego no acreditados. Corpas fue el detective que realizó la grabación sonora en la que el supuesto espía confiesa que el jefe de escoltas de Chaves -a petición del presidente andaluz, del secretario de Organización del PSOE-A y del ex dirigente socialista y presidente de la Comisión de Control de la caja, Miguel Angel Pino le había ordenado seguir al ex presidente de la Caja San Fernando.