(Viñeta de Ropo)
Esta mañana, durante la amena rueda de prensa de Chaves en Jerez, flanqueado por la alcaldesa y el consejero de Empleo, el presidente ha mostrado su talante cuando, interrogado Antonio Fernández sobre si su especial apoyo a Fivesur entraña un precedente "peligroso" y que decenas de empresas del sector de la construcción puedan seguir el mismo camino demandando apoyo público y mediación ante la banca, el jerezano ha comenzado a hablar de Jerez y no de Andalucía. Ya saben aquello de "usted pregunte lo que quiera que yo contestaré lo que me de la gana". Una doctrina que siguen políticos de todo signo y que, al parecer, no disgusta a Chaves. El corte de Chaves fue en seco, cuando el periodista le hizo ver al consejero que eso no era lo que había preguntado. Chaves interrumpe abruptamente al periodista que le incomoda, en un salón donde está toda la corte, el delegado del Gobierno en Cádiz, consejeros en primera fila, asesores, y gentes que no deberían estar en una rueda de prensa, porque intimidan claramente a los periodistas que, excepto Canal Sur y la Ser -que preguntan sin molestar, claro- no plantean cuestiones de calado. El portavoz del Gobierno, el periodista Enrique Cervera, es el absoluto responsable de que este desorden organizativo. Yo, al menos, no me siento a gusto pero no me toca más remedio que aguantarme. Ajo y agua. Yo creo que una rueda de prensa es para lo que es, no para que el fiel y leal auditorio haga muecas a su jefe, esboze sonrisitas de complicidad para agradar al poder. En una rueda de prensa tienen que estar aquellos que la conceden, sus asesores de comunicación y los periodistas. Y Chaves, por lo que se ve, está muy acostumbrado a que las ruedas de prensa sean un mar en calma, una puesta de sol en el Coto de Doñana en verano. Pero ya se sabe que aquí, en la provincia por la que se presenta, cuando menos lo espera salta el Levante.