8 mar 2008

Equidad, Ética, Valor, Trabajo, Constancia, siempre Isabel


Equidad, Ética, Valor, Trabajo, Constancia. ¿Hay mejores estandartes para caminar por la vida? Esos fueron, siempre, los que rodearon el quehacer diario de Luisa Isabel Álvarez de Toledo, la Duquesa de Medina Sidonia. Siento mucho su fallecimiento y más aún porque siempre que tuve la suerte de conversar con ella encontré estímulos para hacer cada día mejor mi trabajo, el profesional y el personal, porque la vida es un trabajo en el que debemos de emplearnos a fondo. Conocí a la duquesa en 1988, cuando trabajaba en el Ayuntamiento de Sanlúcar de Barrameda, con Manolo Vital. Tras un serio desencuentro ella y yo nos hicimos buenos amigos y un día, aprovechando que Paco Ibañez cantaba en la Catedral de Jerez, me llevé al juglar al Palacio Ducal. Tengo una grabación en vídeo de aquel encuentro, en el que Isabel recordó aquel memorable concierto de Paco en el Olympia de París, que plasmó en un disco que todos los que creemos en la democracia guardamos con gran cariño. Fue una noche frente a la chimenea, con Lilian, Isabel y unos amigos, los justos, recuerdo. Luego la he frecuentado y la última vez que la ví fue paseando por una empinada calle de Zahara de los Atunes. Me abracé a ella con cuidado, frágil como era, la miré con cariño y le deseé lo mejor. "Pronto iré a verte..." le dije, pero esta puta vida me complicó la existencia lo suficiente para no hacerlo, por eso hoy quiero decirte que nunca aplaces una cita con una amiga. Isabel, republicana, con patria y memoria histórica, te quiero donde estés, lucha y discrepa, no te canses nunca de hacerlo. La foto de mi buen amigo y compañero Pepe Ferrer, que hoy publica en El Mundo, la refleja en su entorno, entre los legajos del Archivo Ducal. A la edad de 18 años, la XXI duquesa de Medina Sidonia, fue presentada en sociedad en Estoril, Portugal, con la Infanta Pilar de Borbón, y a pesar de todo, mantuvo durante toda su vida unos férreos ideales republicanos. Fue miembro del PSOE a raíz de su lucha antifranquista, lo que le llevó a ser encarcelada en los años 60 en la cárcel de Alcalá de Henares, siendo conocida popularmente desde entonces como la "duquesa roja". Ayuntamiento de Sanlúcar de Barrameda lamentó en un comunicado de prensa la "irreparable pérdida" de la duquesa y anunció que la fecha y hora de las exequias "se comunicarían oficialmente". Como testimonio de su vida, quedan las palabras que jalonaban, en el momento de su fallecimiento, la página web de la Fundación, a la que tanto empeño puso la duquesa: Equidad, Ética, Valor, Trabajo, Constancia.