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Durante mi etapa en
EL PAÍS como corresponsal en
Jerez me sumergí en la cultura de un periódico al que guardo cariño. Fueron muchas informaciones, primero con
Sebastián y luego con
Fernando como delegados en Sevilla,
Belén Cebrián y mis primeras incursiones en el suplemento salmón, tiempos muy especiales... Por eso, digan lo que digan sigo leyendo
EL PAÍS y escuchando la
SER, lo que ha horrorizado a algunos eventuales y poco lúcidos/as compañeros/as de viaje en los últimos años. Hoy os recomiendo dos noticias. La primera, sobre
el uso del cannabis para el control de los síntomas provocados por la toxicidad de la quimioterapia en pacientes de cáncer, en realidad un producto denominado
Sativex, cuyo enlace os llevará finalmente a una dirección de
Barcelona. La segunda historian hace referencia al episodio de las bombas atómicas de
Palomares (¿remember Fraga en gayumbos bañándose?). Resulta que los americanos no se llevaron toda la tierra contaminada, manda carallo. "El choque en vuelo de dos aviones lanzó cuatro bombas nucleares sobre el pueblo y ahora, 42 años después, España ha hallado las dos zanjas de tierra altamente radiactiva que el Ejército estadounidense ocultó en Palomares antes de dejar Almería". (
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