En mi pueblo, no es insulto llamar pamplinas a nadie, es un calificativo cariñoso no exento de ironía: "Niño, tú tienes muschas pamplinas, pischa". Siempre es peor que, como dicen en Sanlúcar de Barrameda, te digan que eres un "mamahostias". Usamos también expresiones "tontoelculo", "jilipollas!, "mangurrino", y otras. Yo no tengo nada contra Rajoy, excepto que lo está haciendo rematadamente mal porque va restando ilusiones que luego tendrá que recuperar, si gana claro. Pero sí contra el desastroso equipo de comunicación de antes y de ahora. Sobre todo de antes, cuando Gabriel Elorriaga, ese burócrata que ha fracasado como asesor (eso pasa cuando se pierden elecciones, que se fracasa ¿no?) del PP y de Rajoy (ni les cuento Arriola) y ahora va y se despacha como se ha despachado contra su ex jefe, y ex amigo. Elorriaga, que ahora pone a caer de un burro a Mariano Rajoy, es uno de los que fracasaron en aquellas noches del atentado, cuando el alma se nos iba por momentos, cuando veíamos lo que pasaba sin que se respondiera adecuadamente. Entre Elorriaga y San Gil no hay color, aunque parezca que los dos han hecho lo mismo. A mí, Elorriaga, me parece que tiene muchas pamplinas, pero igual es un genio de la lámpara y ha tomado la decisión acertada, que Pedro J. y FJL han amplificado convenientemente. Yo admito que en toda esta historia del PP lo único claro es que el PSOE está que no se lo cree y ahora Pepiño y ZP hasta dan lecciones a Mariano de lo que debe hacer. Zeñó, zeñó...
(La viñeta, como siempre genial, del blog Canalsú)