Yo fui uno de los firmantes de aquel manifiesto andaluz contra la OTAN que pocos recuerdan, antes de que Felipe González nos dejara con dos palmos de narices y la sensación de que alguien nos habría robado nuestro queso. Buena parte de los periodistas firmantes medran ahora al sol que mas calienta, lo cual es perfectamente legítimo. Pues bien, resulta que si nada lo remedia, mi cercana Base Naval de Rota puede convertirse en el cuartel general del Africom, el nuevo mando militar para África cuyo cuartel general está en Sttugart y que carece de sede de operaciones. La base roteña les viene como anillo al dedo. Con todo y pese a que desde las páginas de El País se nos intenta meter algo de miedo en el cuerpo (a mayor responsabilidad de la base, mayores posibilidades de una acción terrorista), la realidad es que resulta una opciòin verosímil, que está en manos de Zapatero, como presidente del Gobierno español, y del futuro presidente de los Estados Unidos, Barack Obama (eso esperamos muchos). Nada, que Rota sigue siendo una base muy útil, para todos.