Os animo a visitar, hasta el martes, el mercadillo medieval que se ha instalado en la plaza del Banco de España, en Jerez. En 2002, cuando pasaba un fin de semana en León (vaya frio), me acerqué a este mismo artesano, que escribió ni nombre en árabe. Ayer le pedí que hiciera lo mismo, pero esta vez para una aventura empresarial deliciosa en la que están inmersos gente a las que quiero mucho. Se llama Hermes. La foto está hecha con mi Blackberry Storm, una delicia.
Por allí andaba Rocío Monedero, profesora y coordinadora de UPyD en Jerez, actuando como voluntaria de Intermon Oxfam. Una gran mujer, involucrada en cambiar las cosas, a la que deseo suerte en este mar de tiburones y pirañas políticas.
Leo hoy a Lalia González Santiago hablar de que la felicidad es contagiosa: "Pues resulta que se ha demostrado que tener familiares, amigos y vecinos contentos aumenta las posibilidades de que una misma lo esté también. Pero es que además este «efecto contagio» se produce incluso entre personas que no se conocen entre sí. Se transmite hasta tres relaciones más allá. Es decir, que si tú eres feliz puede que tu halo alcance a un amigo de un amigo tuyo. Aún más, influye la proximidad física: si el amigo feliz vive a menos de 800 metros es un 42% más probable que te contagie su optimismo". Pues toma nota Lalia, que me dicen que no contagias, precisamente, alegría en tu redacción. Eso dicen. Aunque todo puede cambiar. Un saludo jerezano, o sea, elegante.