Pero esta vez en el sentido literal y exacto de la expresión. Rusia amenaza y cumple. Tiritando están los ucranianos, en pleno invierno -con temperaturas de hasta 25 grados bajo cero a diario- y media Europa del Este porque los nuevos comunistas-capitalistas han dado cerrojazo al suministro. Imagino que en España, ahora que andamos elaborando un documento que defina la estrategia nacional ¿también en energía?, muchos se habrán dado cuenta de lo que significa ceder gran parte de Repsol a una empresa rusa. En EL ECONOMISTA leemos que el conflicto del gas entre Rusia y Ucrania sigue acrecentando su impacto sobre Europa. Si ayer se anunciaban restricciones en los suministros a varios países del Este, hoy el gobierno búlgaro ha afirmado que las entregas de gas ruso a Bulgaria, Grecia y Macedonia se han reducido del todo. Austria, Croacia y Turquía también han confirmado que se han visto afectados por la reducción en el bombeo acometida por Gazprom. Hay que apostar por la autosuficiencia energética ¿no? Y para eso hay otras fuentes...