30 may 2009

Obama y Sotomayor, el sueño de una “niuyorican”



Obama sigue sorprendiendo. El presidente estadounidense defendió hoy la nominación de la jueza Sonia Sotomayor para el Tribunal Supremo,  rechazó los comentarios negativos motivados por su designación e instó al Congreso estadounidense a ratificar su decisión a principios de la semana próxima. En su habitual discurso semanal, Obama se mostró "completamente seguro" de que "es la decisión correcta", argumentando que "el historial de Sotomayor la presenta como una jueza "justa, imparcial y dedicada exclusivamente al cumplimiento de la ley". 
Obama sigue usando internet como nadie y su web, dentro de la "reorganización" de Estados Unidos que se ha propuesto, contiene un apartado que dedica específicamente a apoyar la nominación de la jueza latina Sotomayor: "una prueba de que es posible el sueño americano". Los latinos, la minoría étnica más grande de los Estados Unidos se ha unido por esta histórica nominación. Sotomayor es una una “niuyorican” (puertorriqueños nacidos en Nueva York). Y la reacción de los más conservadores no se ha hecho esperar. Por ello, Obama no duda en usar la pestaña "donate" para pedir apoyos económicos porque la carrera de la nominación es dura. Dicen que los 45 millones de hispanos probablemente sepan poco o nada sobre ella, pero los sentimientos juegan duro: “finalmente una de los nuestros”.
Obama alabó la carrera de Sotomayor, de quien dijo que "tiene más experiencia en la rama federal que ningún juez nominado al Tribunal Supremo de los últimos cien años", habida cuenta de su paso por la Fiscalía del Distrito de Nueva York, litigadora y jueza del Tribunal de Distrito, hasta llegar al Tribunal de Apelaciones donde ha ejercido durante los últimos once años. "Aunque Sotomayor ha alcanzado la cumbre de su profesión, nunca ha olvidado de dónde procede", declaró el presidente sobre la jueza, criada en el sur del Bronx (Manhattan, Nueva York), hija de inmigrantes portorriqueños llegados a Estados Unidos durante la II Guerra Mundial.
Obama no dudó en dirigirse a los críticos de la jueza, "aquellos que desde Washington intentan trazar las antiguas líneas de batalla y jugar a los juegos políticos de siempre", según les calificó. El presidente estadounidense se mostró convencido de que los intentos de "dar una imagen distorsionada" de la jueza "fracasarán" porque "el historial de Sotomayor habla más alto que cualquier ataque". El presidente esperó que el Congreso estadounidense ratifique el nombramiento de Sotomayor con efectos inmediatos. "No espero menos", declaró Obama, para quien la designación de la jueza, de la que se declaró "orgulloso", supone "otro paso adelante para hacer realidad el ideal acuñado en Estados Unidos: 'Justicia igualitaria bajo la ley'".