4 jul 2009

La nómina



Me cuentan que la alcaldesa de Jerez, la socialista Pilar Sánchez, está triste y muy preocupada por la gravísima situación económica del Ayuntamiento. Y que lo de la denuncia sobre la nómina de asesores a su servicio hecha por el PSA le ha tocado las narices, políticamente, como no se imaginan. Y Pilar, de enemiga, es peligrosa. Lo saben ya muchos. Dicen hoy los agudos compañeros del Diario de Jerez, que la alcaldesa quiere reducir el número de 'liberados' en los partidos de la oposición. Es decir, dejar sin los 48.000 euros anuales a Bernardo Villar (PP), Juan Román (PSA) y Joaquín del Valle (IU). Tracatrá. ¿Será por la denuncia?
Imagino que 'caerán' algunos/as de sus asesores. Sería lo normal. Veamos, la nómina de asesores, con ser abultada, no es el problema del Ayuntamiento de Jerez. No. La cosa es que sobran MIL trabajadores, eso es lo que se comenta por pasillos nobles y departamentos. MIL. Es la cifra, quédense. Solo entonces no harían falta SIETE millones de euros para la nómina mensual, según algunas fuentes municipales. El problema es que si Pilar hubiera tenido agallas y no cagalástimas como asesores, hace uno año, o año y medio, habría tomado el toro por los cuernos, antes de la jodida crisis, para hacer lo que va a hacer ahora, prejubilar e incentivar a la tira de funcionarios/as. Sepan que los bancos ya no pueden más, "ven a un alcalde pasar y cierran las puertas", me decía el otro día el veterano regidor, siempre discutido y discutible, José Antonio Barroso.
Difícil trance el de Pilar Sánchez, al administrar una herencia tan 'enorme', lo siento Juan Román, tan nefasta como la que tiene sobre sus hombros. Al menos espero que si ajusta la nómina de asesores, tenga tino y mande a galeras a quienes tanto daño le hacen con sus pésimos consejos. Y no lo digo yo, lo comentan muchos en el PSOE, fuera y dentro de la organización. Basta saber escuchar. Tiene el verano para reaccionar. Me dicen que la paciencia no es eterna. Seguro que los sindicatos entienden la necesidad del ajuste. Lo digo sin coña. Estoy seguro.