6 ene 2010

Atunes, ni en el paraíso ni en el infierno


No estaría mal que Pablo Carbonell y Javier Ruibal acompañaran a los almadraberos gaditanos en la protesta que mañana piensan protagonizar en Madrid, ante la manifiesta incapacidad del Gobierno central y de la Junta de Andalucía para defender su continuidad, no solo amenazada por el carácter finito de los recursos pesqueros (atún rojo) sino por algunos intereses industriales no andaluces. El panorama que se divisa para este sector no puede ser más negro.
Con este acto, los almadraberos pretenden manifestar su indignación al haberse desconvocado la reunión que había prevista para este mismo día entre el Ministerio de Medio Ambiente , Medio Rural y Marino (SGM) y “La Plataforma en Defensa de las Almadrabas”, quedando patente la falta de sensibilidad que está mostrando este Gobierno ante la drástica situación que requiere de soluciones inmediatas.
La Almadraba es un método de pesca tradicional, fijo y selectivo, dirigido a la captura de atún rojo, practicado desde hace unos 3.000 años en aguas próximas al Estrecho de Gibraltar y que se mantiene prácticamente igual desde tiempos de los Fenicios. Tras las últimas normativas de la Administración Pesquera han visto mermada enormemente su capacidad para poder pescar abocando a la desaparición de este ancestral sistema de pesca y por tanto a los casi 500 puestos de trabajos directos que dependen de la Almadraba en la provincia de Cádiz.