A Pilar Sánchez se le acaba el tiempo y o comienza a tener gestos reales de austeridad, de cambio de talante, de apertura y de exigencia de responsabilidades por derecho a todos los culpables del fiasco municipal (una buena parte es suyo), es decir, o se pone las pilas o va a vivir una larga Semana de Pasión.
Si es cierto lo que me han contado sobre una encuesta -dudo que sea del PSOE- la regidora jerezana tiene que darse prisa y empezar a confiar en alguien más, en algunos y algunas más. Hoy me han confiado que, en esencia, aún se mantendrían las posibilidades de Antonio Fernández y Mamen Sánchez. Pero creo que el primero aún aspira mayores cotas de gloria política y la segunda va afianzando, más lentamente de lo que ella quisiera, su carrera política en Madrid.
En Jerez, mi tierra cainita, hay demasiados intereses cruzados como para que nadie sepa lo que hace el de enfrente. Se sabe todo, o casi todo, y les prometo que cada uno va recibiendo su merecido sin que otros tengamos que mover un dedo. Hacer daño no puede salir gratis, máxime cuando hay asuntos urbanísticos -por ejemplo- que no serán aprobados nunca, pese a quien pese. Estemos atentos, todo puede pasar, para bien y para mal, aunque los ciudadanos que respetamos las leyes en Sin City preferimos lo primero. Pero si es lo segundo, que pase ya, por favor.
