Es que vengo pensando en una frase que defina el estupor, el cabreo que tiene el entorno de Griñán tras el tremendo episodio protagonizado por el secretario general del PSOE gaditano, presidente de la Diputación y alcalde de Benalup, Francisco González Cabaña, quien esta madrugada había aceptado (al parecer sin consultar con su delegación) asumir la secretaría de Política Institucional de la Comisión Ejecutiva Regional (CER). Cuatro horas después ocurrió el cataclismo y Cabaña renunció al cargo, un enorme desaire a Griñán. En línea con el nuevo ideario del partido socialista andaluz, Cabaña habría tenido que dimitir como alcalde, como secretario general y como presidente de la Diputación. Cabaña reunió esta mañana una parte de sus delegados, quienes, según afirmarìa, luego, le conminaron a no dimitir. Una de las delegadas, Ana Mosquera, según fuentes de la delegación gaditana, formuló severas críticas hacia la nueva dirección del partido, al igual que otros compañeros y compañeras.