La increíble suspensión de un acto oficial turístico en el Alcázar de Jerez por la amenaza de boicot de unos sindicatos me deja perplejo. ¿Quién manda en Jerez, Pepe 'el largo', de la CGT? Pues creo que sí, y más vale que se pase por el despacho de alcaldía y agarre la vara de mando, porque eso parece. Los funcionarios municipales no son el centro de interés de la ciudad, donde vivimos 197.000 personas más y no tienen derecho alguno a sabotear un acto de promoción económica, y más en el plano turístico, dada la actual crisis. Jerez no necesita boicots, sino diálogo, valentía, sentido común, negociaciones y con todos, en especial con los sindicatos, pero cada parte tiene una responsabilidad y un compromiso ante terceros.
Y no tienen derecho algunos sindicatos porque son corresponsables del desastre, de la abultada plantilla municipal, nunca denunciaron a quienes la engordaron, yo no lo recuerdo. Y eso es verdad, un axioma irrefutable y lo debato con quien quiera en el foro que sea. Pilar Sánchez tiene su futuro laboral asegurado y tiene quien la defienda, no me corresponde a mí, pero como ciudadano simplemente digo que es intolerable y que tal debilidad política es muy peligrosa, casi letal. El electorado odia a los débiles, no te quepa duda, estimada regidora.
Dice la nota oficial que "el acto de inauguración oficial previsto para esta mañana de las obras de ampliación de la zona visitable del Alcázar, de gran calado turístico y económico para la ciudad, ha quedado suspendido y aplazado para próximos días ante la amenaza realizada por los sindicatos CGT y SIP de boicotear el acto, con el consiguiente daño que provocaría en una inauguración de enorme importancia para el desarrollo de los recursos turísticos de la ciudad. Este acto, al que estaban invitados representantes del sector turístico local y provincial, suponía la puesta de largo de una importante actuación en el ámbito patrimonial y en torno a un recurso turístico de primer orden para la ciudad que incrementa el catálogo de recursos destinados a los visitantes".
Solo un comentario, si la alcaldesa de Jerez, Pilar Sánchez, acepta que le suspendan un acto oficial, que se altere la vida ciudadana y la actividad institucional lo mejor que puede hacer es o bien pedir ayuda a la Subdelegación del Gobierno o, simplemente, dimitir. Y punto. Pero es una muestra de debilidad terrible, peligrosa se mire como se mire. Ha dejado que pasen la línea roja. Es lo que pienso, veremos qué opina la clase política y los medios de comunicación jerezanos. Es hora de hablar clarito, nos jugamos mucho. Nosotros más que ellos.