9 dic 2010

Tiempos duros para el periodismo



Corren tiempos duros para el periodismo que intenta ser independiente. Y más aún para los periodistas que aún creen en esta profesión, para nuestra suerte no tan denostada aún como la política. Mal de muchos consuelo de tontos e idiotas. Pero lo peor de todo es el cainismo creciente de este colectivo donde el compañerismo de otros tiempos se ha ido a tomar por saco.

Pobres infelices, desconocedores de que la ansiedad, la mala leche, las insidias, provocan graves e incluso irreversibles enfermedades. Ellos se venden como putas baratas (perdón a las profesionales, que no tienen culpa de esa competencia desleal) mientras otros caen con el bolsillo vacio, el alma limpia y la cabeza bien alta, sabedores de que otras oportunidades les aguardan a la vuelta de la esquina. Y que no será fácil.

Y que, mas temprano que tarde, los urdidores de artimañas, estratagemas crueles, expertos en hacer camas y deshacerlas, terminarán en el duro asfalto. Al tiempo. Hay que luchar…son pocos y cobardes.