8 oct 2013

Ana Mestre pega duro en Sanlúcar


Si es usted de los que se dejan llevar por las apariencias, la de fragilidad exquisita que tiene la portavoz del PP de Cádiz y parlamentaria andaluza Ana Mestre, no le pueden inducir a error. Mestre viene pegando muy duro desde el principio, ungida por el el poder que emana la autoridad de Antonio Sanz. Un asunto, el de su designación, que contiene claves que exceden la lectura facilona del "dedazo", mejor un dedo que un golpe desde el pasado que el PP desea enterrar ya. 
Mestre ha aprendido a navegar en aguas cenagosas en tiempos difíciles para el PP, maneja información (le dan mucha), sabe que tiene poco tiempo para crear en Sanlúcar de Barrameda la convicción de que ella, y solo ella, puede salvar del caos a la población de la Costa Noroeste. No tiene 'cadáveres' en el armario tras su paso por el Ayuntamiento de Cádiz, curtiéndose al lado de Teófila Martínez y ha desplegado, desde el principio, una política de comunicación interna en la que apuesta duro informando a los suyos de todos los pasos que se dan en el PP. Eso está bien.
 Ahora va a por Irene García. Sin dudarlo. A los sanluqueños les ha sentado como un tiro la espantá de la hoy ex alcaldesa y desde su marcha no han cesado los rumores que sitúan en otros asuntos el origen de su portazo. Y en el PP, donde Sanz no da puntada sin hilo (y Mestre tampoco ahora), al parecer creen que el caso Forpe puede ser clave para tumbar el prestigio socialista en la ciudad, con un alcalde, Víctor Mora, que ha 'heredado' el cargo y un primer teniente de alcalde, Juan Marín, a quien muchos consideran el alcalde real, sabedores quienes acuden a él de que CIS apuntala al PSOE para no caer. ¿El documento? Existe, tiene que existir. La periodista Silvia Tubio, de La Voz, apunta claves en su información de hoy, que ha servido de ariete a Mestre.