Dicen que hay ediles en el equipo de gobierno de la alcaldesa de Jerez, María José García Pelayo que no tienen pelos en la lengua, exhíben sinceridad a raudales. No tienen reparos en decir lo que sienten y piensan pero ¿qué pasaría si esas opiniones fueran escuchadas por el electorado? Pues que sería un terremoto político y el autor de esas opiniones se vería abocado a denunciar a quien posibilitara dicha acción, o a dimitir y, en todo caso, a negar o afirmar que él (uy) ha dicho lo que ha dicho. En Facebook se leen muchas cosas en los perfiles críticos contra el PP: "próximo a ver la luz testimonio (audio) de un miembro del gobierno que no tiene desperdicio. Lo posee el principal grupo de la oposición. ¡Ya queda menos!"