Joder cuanta gente pasándolo mal, sin merecerlo, nadie lo merece en realidad salvo algunos selectos hijos de puta cuyo epitafio habremos de escribir pronto tras pasar a la acción solidaria. Esquemas que se van a tomar por saco, ganas de cambio sin más esperas, dudas, viejos recuerdos, sueños posibles a todo color, decepción presentida en personas que habrían de besar el suelo por donde pisamos porque somos inmensamente mejores que ellos y ellas. Pase lo que pase sigamos juntos luchando, porque esto se desmorona y correrán como ratas. Gracias Hilario, coño, te fuiste pero me dejaste conciertos que nunca olvidaré. Como aquel de Sevilla, lleno de amor. Tus canciones me acarician hoy...