El presidente de la CEA, Javier González de Lara y los secretarios
generales de CCOO y UGT, Francisco Carbonero y Carmen Castilla. Foto UGT-A |
“No vamos a tolerar que atribuya
a la UGT Andalucía, si esa ha sido su expresión, que ‘con el dinero que debió
destinarse a la lucha contra el paro se ha tapado la boca a algún sindicato para
que perdure la paz social’. Si que le pediríamos que como responsable política
se preocupe de saber dónde está el dinero que debió destinarse a la formación
de los trabajadores y trabajadoras de Andalucía durante los cuatro últimos
años, durante los cuales la inversión en formación ha sido cero patatero, siendo como es imprescindible para mejorar las
condiciones y la empleabilidad de nuestros ciudadanos y sobre todo de nuestros
jóvenes”. Eso, entre otras cosas, le dice la UGT-A a la
secretaria general de Podemos Andalucía, Teresa
Rodríguez (@TeresaRodr_), a raíz de su intervención esta semana en el
Parlamento andaluz.
Teresa Rodríguez |
Las denuncias sobre la formación,
la instrucción judicial (hay 18 juzgados investigando en la comunidad autónoma
andaluza), la investigación interna de la Junta sobre las irregularidades (que
avanza pero debería ser más transparente aún), las dudas sobre el sistema, la
elaboración de una nueva ley andaluza sobre formación, y la crisis se han
llevado por delante 170 empresas del sector, amén de las que están en la cuerda
floja y sometiéndose a procesos de reestructuración para no sucumbir, según fuentes
sindicales. Y ahora una comisión parlamentaria de investigación en paralelo a
la judicial, en plena vorágine electoral. Genial.
Recursos
“Es sangrante, y ahí sí que
podría poner el altavoz, que las Administraciones han sido incapaces de
movilizar recursos públicos para gestionar la formación y tampoco hay
esperanzas de que pueda hacerse a corto y medio plazo por lo que se ve”, le
dicen desde el sindicato a la líder podemita,
que además se define en su perfil de Twitter como “profe, activista en Marea
Verde”. En el sindicato hay un cabreo grande con la anticapitalista Teresa
Rodríguez.
Y, por otra parte está muy claro
que la UGT –el sindicalismo- tiene que
acometer un proceso total de regeneración y modernización del sindicato, una
tarea que tiene muy asumida su actual secretaria general en Andalucía, Carmen Castilla. La ola de cambio ha de
llegar a Madrid. Pero lo que está más que claro es que la formación es
necesaria, urgente.
Por ejemplo, el informe de Adecco
Empleabilidad y formación profesional de
2014 dibuja un ligero crecimiento en la demanda de empleo en áreas como
hostelería y turismo, pero la mayoría de las ofertas de trabajo de FP siguen
siendo la industria y la fabricación mecánica.
Según Adecco, “el 21,5% de la oferta de trabajo en nuestro país va
dirigida expresamente a titulados con formación profesional de grado medio o
superior”. Con lo que estos cuatros años de parón están perjudicando a
miles de personas que no tienen culpa alguna de nada. Hay que reactivar la
formación porque esto es una ruina.
La comisión parlamentaria sobre el
presunto fraude en los cursos de formación, aprobada por unanimidad esta
semana, añadirá más leña al fuego. Bien harían sus señorías en reimpulsar el
sector y acabar con la sequía de los cursos que antes mencionaba.
Se trata subvenciones concedidas por la
Administración autonómica desde 2007 a 2012 en cursos de formación que no han
sido justificadas. La Junta tiene que hacer público el resultado de su
investigación primero para que no paguen justos por pecadores y segundo porque
es el compromiso de transparencia asumido en el acuerdo de investidura
PSOE-Ciudadanos.
Hay que dar a conocer las identidades de esos empresarios porque
con su conducta han causado un enorme daño a la economía, a la sociedad
andaluza y debemos exigir a la clase política que use con rigor las cifras
porque más de un bocazas con sillón parlamentario ha propagado brutalidades
como que el fraude es de 3.000 millones, pese a que la cantidad concedida en
los últimos cinco años investigados es de 1.613 millones y el fraude se eleva,
de momento, a 72 millones, según datos aportados por la propia Junta de
Andalucía.
El daño de los cuatro años de
sequía en materia de formación se lo han hecho a los andaluces con menos
recursos, los que tienen en la formación su salida para sobrevivir. Eso es lo
más triste, que no nos demos cuenta que están favoreciendo a los que tienen
recursos para estudiar y formarse, a los que llevan imponiendo a las bravas, un
cruel cambio de modelo social. Y sobre los corruptos que caiga el peso de la
ley, que se publiquen sus nombres y que cuando nos los crucemos por la calle en
nuestros pueblos les miremos a la cara para que bajen la cabeza avergonzados
por el latrocinio cometido. Que les den lo que merecen.
El visionario
Llevo algunos días muy interesado
por la historia del consultor de finanzas Martin
Armstrong, protagonista del documental “El visionario” (The forecaster), del alemán Marcus Vetter, pero sobre todo porque
una de sus predicciones es que el 1 de octubre comenzará una gran crisis de
deuda soberana que acabará con el euro. Estremecedor. Armstrong elaboró en los años 80 la teoría del
Número Pi o de Ciclos, a través de la cual ha sido capaz de pronosticar
sucesivas crisis con gran exactitud. Para colmo hay quien predice una enorme
crisis el próximo día 15.
Tras observar la economía a lo
largo de la historia Armstrong cree firmemente que los ciclos económicos duran
8,6 años (3141 días, exactamente la cifra del número Pi multiplicada por
1.000). Al final de esos períodos se produce una crisis, tras la cual la
economía mejora hasta cumplir un nuevo ciclo. La próxima es el 1 de octubre de
este año.
¿Puede un ordenador predecir la
evolución de la economía mundial? Estoy deseando ver la película, aunque la información contenida en su web
ya ha sido suficiente para inquietarme. Si tuviera recursos no dudaría en
acudir el día 29 a Atenas para participar en un evento que protagonizarán Martin
Armstrong y Marcus Vetter, pero lo podré ver en directo por internet. Será dos
días antes de la debacle mundial que ha pronosticado.