Faltan sólo tres días para que finalice el mes de agosto y muchos trabajadores se preparan ya para la vuelta al trabajo tras un período de vacaciones en el que han podido desconectar y descansar de la rutina diaria. Aunque la mayoría de ellos afronta este proceso con energía positiva, con ganas de volver al entorno laboral y ver de nuevo a sus compañeros de trabajo, para otros muchos se convierte en una situación negativa y estresante que, en ocasiones, desemboca en el llamado síndrome o depresión postvacacional. En todo el país, se calcula que 1 de cada 3 trabajadores está sufriendo o sufrirá el síndrome postvacacional al reincorporarse al trabajo tras el verano.
Del 66% restante, una parte importante padece o padecerá un cuadro de fatiga o estrés que estará directamente vinculado a la incorrecta adaptación al orden y la rutina tras esos días en los que apenas se tienen responsabilidades.
Este síndrome es característico de los países en los que es habitual que los trabajadores disfruten de largos periodos vacacionales, como es el caso de España, donde el grueso del descanso anual se concentra fundamentalmente en los meses de verano. Los trabajadores más propensos a tener este síndrome son los que tienen menor tolerancia a la frustración, los menos resilientes, los que disfrutan de unas largas vacaciones y los que vuelven a un entorno laboral hostil. (Fuente @adecco_es)