13 feb 2018

Pobreza energética


Leído en Greenpeace

“A veces hemos dejado de comer para poder pagar los recibos de la luz”. Víctor, con 62 años y en paro, vive con la Renta Mínima de Inserción y tiene dificultades para llegar a fin de mes y especialmente para pagar los recibos de la luz por su elevado precio.
Como él, más de 5 millones de personas en España no pueden calentar sus hogares en invierno a una temperatura adecuada. Una lacra que aumenta de forma alarmante y que afecta más a mujeres y personas enfermas. La ola de frío que ha desplomado los termómetros esta semana muy por debajo de los cero grados en algunas zonas de España, agrava un problema que nos puede afectar a todos. Más allá de las bucólicas estampas nevadas, quedan las personas que no pueden pagar la calefacción, el agua caliente o la luz y que, muchas veces, viven en edificios muy mal aislados como resultado de una especulación inmobiliaria ciega a las necesidades de las personas.
La pobreza energética es una de las muchas caras de la pobreza y un síntoma de la necesidad de cambiar un sistema energético que premia los beneficios de las grandes eléctricas —Endesa, Iberdrola y Gas Natural Fenosa duplicaron sus beneficios económicos en plena crisis— frente a la salud y el derecho de la ciudadanía a poder acceder a una energía limpia y asequible.
Desde Greenpeace demandamos soluciones para erradicar esta lacra y a lo largo de este año vamos a presionar al Gobierno para legisle contra el cambio climático y ponga a las personas y al medio ambiente por encima de los beneficios de las eléctricas".