11 ago 2022

Conil destaca en la protección ambiental de su municipio


La Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible ha sacado a exposición pública el Estudio Ambiental Estratégico de la revisión parcial del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Conil de la Frontera que propone desclasificar los suelos SLN1 y SLN2, situados entre urbanización Roche y la Cala del Aceite. Esta propuesta de convertir suelos URBANIZABLES en suelos NO URBANIZABLES fue aprobada por unanimidad en julio del año pasado. Ahora se dan los pasos preceptivos para que la desclasificación se lleve a cabo. 

Se trata de suelos situados entre la urbanización Roche y la Cala del Aceite, y en el entorno del río
Roche; suelos próximos al litoral, de alto valor ecológico y paisajístico que han estado sometidos
históricamente a fuertes presiones urbanizadoras.

Estos suelos, que estaban destinados a usos hoteleros, de apartamentos turísticos y residencial
hotelero, pasarán a estar especialmente protegidos por sus valores ambientales y paisajísticos.

Según un comunicado de la organización ecologista Enebro "sorprende gratamente que la propuesta de Conil, muy diferente a la de sus municipios colindantes. En Chiclana el Ayuntamiento del PSOE pretende urbanizar el último pinar litoral que queda en todo el término, cuyo litoral es en su totalidad urbanizable.

En Barbate, el Ayuntamiento Andalucista pretende urbanizar otro pinar próximo al pueblo y
lindante con el Parque Natural de la Breña y Marismas del Barbate. Además, se pretende
desarrollar dos grandes urbanizaciones en suelos actualmente protegidos y colindantes con el
parque natural: el Següesal, de 3.045.120 m², y Trafalgar-San Ambrosio, de 700.000 m². 

Y en Vejer, el Ayuntamiento del PP lleva años intentando destruir con desarrollos hoteleros parte
de la playa del Palmar, y actualmente hace lo mismo con la playa de Mangueta, permitiendo la
construcción de un hotel y un campo de polo ilegales.

El litoral gaditano está repleto de suelos urbanizables que se declararon en tiempos de la burbuja
inmobiliaria y del boom de la especulación y corrupción urbanística que nos llevó a la gran crisis de
2008. Muchos de esos suelos no se desarrollaron, y es el momento de enmendar ese error
histórico, como acaba de hacer Conil, y desclasificar estas zonas sobre las que sigue pendiendo la
amenaza del ladrillo. 

Macrourbanizaciones como la proyectada en las marismas de Trebujena, en el pinar del Rancho
Linares en El Puerto, y en Valdevaqueros y la playa de Los Lances en Tarifa, están siendo
reactivadas por sus respectivos ayuntamientos, de diferentes signos políticos, ajenos a los nuevos
tiempos que debe regir nuestra economía y a la necesaria preservación del litoral y de los recursos
naturales.

Además hay que señalar que muchos suelos urbanizables pertenecen a la Red Natura 2000
europea, son ZEC (Zonas de Especial Conservación) y ZEPA (Zonas de Especial Protección para las
Aves), sobre los que el Tribunal Supremo de España ya se ha pronunciado indicando que no
pueden ser urbanizados.

Y en contra de lo que suelen argumentar los regidores municipales, la desclasificación de suelos
urbanizables, cuando se han sobrepasado los plazos de ejecución que determinan los Planes
Generales de Ordenación Urbana (PGOU) no tiene ningún derecho de indemnización.

Ecologistas en Acción espera que este ejemplo del Ayuntamiento de Conil sirva de reflexión a los alcaldes de todos los partidos y cambien sus ideas monolíticas y desfasadas sobre enladrillar el litoral. Ya es hora de que entiendan que lo que verdaderamente puede ser enriquecedor y de futuro para sus territorios es la conservación que proporcione calidad de vida, atractivo de un litoral único, y disfrute de sus ciudadanos, dice Lola Yllescas Ortiz.