Democracia es cambio. El lema, elegido para su dura batalla andaluza por el
presidente del PP-A, Javier Arenas, es mortal de necesidad si se explota bien. ¿Democracia? Si se pide es que no hay. A todas luces es verdad, y si no eleven su voz a ver qué pasa. ¿Cambio? Necesario tras años y años de poder que han tejido una tela de araña tan tupida como peligrosa.
Democracia es cambio. Vale. Pues a ello campeón. El PP ofreció ayer en Cádiz su nueva imagen, a
lejada y azulada.
Populares. De eso se trata, casi diez millones de españoles, trabajadores en su mayoría, esperan una reacción en España. Pero en Andalucía, lo que esperan es un cambio profundo. Y ahora, una dosis de realidades político judiciales:
Tres versiones para un soborno. Así titula su resumen del
Caso Sanlúcar, el cronista judicial del
Diario de Cádiz, Tano Ramos. El caso tiene vertientes que, posiblemente, no salgan en el juicio. O sí. Me refiero al origen del dinero con el que se pretendía comprar al concejal del PP
Manuel Ramírez, Cunete. ¿De dónde y de quién pensaban sacar cincuenta millones de pesetas para comprar la voluntad del edil y frustrar la moción de censura contra el socialista
Agustín Cuevas? Ésa es una de las grandes claves. Y no otras. Luego está el nivel de conocimiento que tenía la ejecutiva provincial del
PSOE de éste soborno. Algunos sostienen que era absoluto, otros que no querían estar cerca de Cuevas ni en pintura y otros que desde Sanlúcar llegaban aportaciones de dinero fresco para sufragar gastos electorales del PSOE. Hay de todo. Y luego está el PP.
Antonio Sanz estuvo muy lento de reflejos, si hubieran grabado con una cámara las peripecias de su edil y de los socialistas (incluído el episodio del camping) o, más simplemente, si hubieran recabado la colaboración de la
Policía Nacional ó la Guardia Civil para pillarles in fraganti, ahora las cosas serían distintas. Pero el asunto les debió dejar perplejos y sin capacidad de reacción. La próxima vez, que la habrá y quizás antes de lo que esperan, ya verán, seguro que son más rápidos. Por cierto, rápido si que es el
Grupo Joly en captar que el modelo de Estado es uno de los asuntos más delicados que afronta España en estos momentos. Mañana lunes, en el
Foro del Grupo Joly, en Sevilla, se inaugura un ciclo con el título ¿Qué España queremos? Reflexiones en torno al modelo de Estado para el siglo XXI, cuya importancia y oportunidad son evidentes. Lo inaugura el
ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla Segura. Es lo que cuenta el
profesor Manuel Clavero, presidente del consejo editorial. Para no perdérselo (si consigue que le inviten, claro está). Menudo papelón tiene el hombre
de las finanzas del Ayuntamiento de Jerez, Juan Manuel García Bermúdez, en arreglar lo de los
260 millones de euros de deuda del consistorio, fruto de la gestión pachequista de los últimos 25 años. Lo cuenta
David Fernández (uno de los mejores periodistas de
Diario de Jerez, cuando lo dejan). Lo que le tira el cuerpo a muchos del PSOE es decir esto último sobre Pacheco, pero no pueden, de momento.
lejada y azulada. Populares. De eso se trata, casi diez millones de españoles, trabajadores en su mayoría, esperan una reacción en España. Pero en Andalucía, lo que esperan es un cambio profundo. Y ahora, una dosis de realidades político judiciales: Tres versiones para un soborno. Así titula su resumen del Caso Sanlúcar, el cronista judicial del Diario de Cádiz, Tano Ramos. El caso tiene vertientes que, posiblemente, no salgan en el juicio. O sí. Me refiero al origen del dinero con el que se pretendía comprar al concejal del PP Manuel Ramírez, Cunete. ¿De dónde y de quién pensaban sacar cincuenta millones de pesetas para comprar la voluntad del edil y frustrar la moción de censura contra el socialista Agustín Cuevas? Ésa es una de las grandes claves. Y no otras. Luego está el nivel de conocimiento que tenía la ejecutiva provincial del PSOE de éste soborno. Algunos sostienen que era absoluto, otros que no querían estar cerca de Cuevas ni en pintura y otros que desde Sanlúcar llegaban aportaciones de dinero fresco para sufragar gastos electorales del PSOE. Hay de todo. Y luego está el PP. Antonio Sanz estuvo muy lento de reflejos, si hubieran grabado con una cámara las peripecias de su edil y de los socialistas (incluído el episodio del camping) o, más simplemente, si hubieran recabado la colaboración de la Policía Nacional ó la Guardia Civil para pillarles in fraganti, ahora las cosas serían distintas. Pero el asunto les debió dejar perplejos y sin capacidad de reacción. La próxima vez, que la habrá y quizás antes de lo que esperan, ya verán, seguro que son más rápidos. Por cierto, rápido si que es el Grupo Joly en captar que el modelo de Estado es uno de los asuntos más delicados que afronta España en estos momentos. Mañana lunes, en el Foro del Grupo Joly, en Sevilla, se inaugura un ciclo con el título ¿Qué España queremos? Reflexiones en torno al modelo de Estado para el siglo XXI, cuya importancia y oportunidad son evidentes. Lo inaugura el ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla Segura. Es lo que cuenta el profesor Manuel Clavero, presidente del consejo editorial. Para no perdérselo (si consigue que le inviten, claro está). Menudo papelón tiene el hombre de las finanzas del Ayuntamiento de Jerez, Juan Manuel García Bermúdez, en arreglar lo de los 260 millones de euros de deuda del consistorio, fruto de la gestión pachequista de los últimos 25 años. Lo cuenta David Fernández (uno de los mejores periodistas de Diario de Jerez, cuando lo dejan). Lo que le tira el cuerpo a muchos del PSOE es decir esto último sobre Pacheco, pero no pueden, de momento. 
