A veces me quedo absorto con la teletienda y otras con los plenos municipales del Ayuntamiento de Jerez (los dan a las tantas en Onda Jerez), donde Pacheco desgrana lo mejor de su desgana política. Fíjense en cómo mira el enorme a sus rivales. Que mieo, uhhhhh. Uno ve estos plenos soporíferos y se apiada del pobre Joaquín del Valle, el guerrero del antifaz que coordina IU-CA. Está solito, pero eso no signifca que no le asista la razón. Luego está Pelayo (PP), que todavía no se termina de enterar que recurriendo al pasado no logrará ser de nuevo alcaldesa nunca más. La chica ha recuperado el tono y un cierto lugar en la política andaluza. Pero un lugar mejor se logra trabajando duro. Y qué contarles de Pilar Sánchez, la alcaldesa que hace lo que puede. Es que la veo sentada al lado del enorme y me digo, coño, ¿a que el menda se levanta, le pega un bufido y la manda a hacer la tarea a la mesa de los periodistas? Sin embargo, en Jerez comienza a extenderse el rumor de que algunos empresarios están ya hasta los cojones. Primero ha sido Jerezana de Canalizaciones pero comentan que hay más, cabreados y dispuestos a largar fiesta. Yo no me creo nada, pero parece que esto hace aguas. Siempre he pensado que un periodista tiene un compromiso con sus lectores, con la sociedad, que tiene que hacer lo que tiene que hacer. ¿Pero qué hacer en Jerez para desmontar un brutal tejido de intereses creado por el pachequismo en años y años de gobierno municipal? No hay mal que cien años dure, pero no tenemos cien años. En fin, a ver si escuchamos largar a los que saben de qué va la tela. Mientras, a ver los plenos y preguntarse en voz alta: ¿ Dioz mío, quecho yo pa mereser ésto? Jerez es mucho lirili y poco lerele.